Era única y quizás por eso alcanzó semejante precio. Se trata de una fotografía obtenida por ferrotipo de uno de los delincuentes más famosos de la historia del lejano oeste: Billy the Kid.
Fue subastada en Denver, EE.UU., y fue adquirida por William Koch, un millonario residente en Florida y propietario de grandes extensiones de tierra en las montañas del centro de Colorado, precisamente en el mismo lugar donde el legendario bandido pasó gran parte de su vida. De esta manera, ese único retrato se ha convertido en la pieza más cara jamás vendida en la subasta anual de objetos del viejo oeste de Brian Lebel.
Según cuenta la leyenda, Billy pagó 1/4 de dólar para ser fotografiado allá por 1880 en Fort Summer, Nuevo México. El registro muestra a un joven bandolero con mirada desafiante, rifle Winchester en mano y su Colt en cartuchera. El ferrotipo resultante se lo obsequió a su compañero de andanzas Dan Dendrick, en cuya familia se ha mantenido desde entonces hasta que Koch ofertara la "bicoca" de 2.3 millones de dólares