2/10/12

Daisy, la vaca clonada que da leche antialérgica

. Más de 15 años después de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado del planeta, científicos de Nueva Zelanda crearon genéticamente a la vaca Daisy, que ya produce -aunque en mínimas cantidades- leche antialérgica. El experimento, que demandó un largo proceso con cultivos celulares y clonación de ratones, ya despertó críticas y rechazos de organizaciones ecológicas. Daisy, que fue engendrada en los laboratorios de la estatal neozelandesa AgResearch, puede ser la esperanza para ese entre 2 y 3 por ciento de bebés (y sus mamás, claro) que en su primer año de vida no toleran la leche, según el avance de un estudio que publicará en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). "Hemos tenido éxito en reducir enormemente la cantidad de Beta-lactoglobulina (BLG), una de las proteínas de la leche que no está presente en la leche humana y que puede causar reacciones alérgicas", explicó Stefan Wagner, uno de los investigadores de AgResearch. Además, la leche de Daisy contiene una gran cantidad de caseínas, otras proteínas que están presentes en la leche de vaca, lo que la convierte en más nutritiva que la producida por sus pares comunes. Los investigadores trabajan por estos días en el análisis de la leche de Daisy y en la corroboración de sus características antialérgicas. De obtener resultados exitosos, pasarán muchos años antes de que la leche sea producida a escala industrial y comercializada, ya que Nueva Zelanda es un país conocido por su estricta regulación en seguridad alimentaria. La creación de Daisy fue resultado de un largo proceso que incluyó trabajos con cultivos celulares y el uso de ratones clonados para producir un tipo de proteína de BLG de oveja en la leche de los roedores mediante una técnica de inhibición genética denominada Interferencia por ARN. En ese proceso se logró rebajar la proteína alergénica en un 96 por ciento. En la siguiente etapa, los científicos crearon genéticamente una vaca mediante la misma técnica y la indujeron hormonalmente para que produzca leche, ya que las vacas comienzan a producirla recién a partir de los 20 meses. En el futuro, los científicos neozelandeses investigarán si Daisy, actualmente de once meses y que vive en una granja del país para desarrollarse junto a otras vacas, puede producir mayores cantidades de leche hipoalergénica. También investigarán por qué nació sin cola. El proyecto fue resistido desde varios sectores. Steffan Browning, legislador del Partido Verde neozelandés, lo ve como un peligro a la reputación que tiene su país como productor de alimentos naturales y seguros. La GE Free New Zealand, una organización que se opone a la ingeniería genética, también rechaza el experimento porque sus integrantes consideran que elimina una proteína necesaria para el desarrollo de la vaca y de los humanos y, además, supone un acto de crueldad contra los animales. Claire Bleakley, su directora, recordó que a AgResearch le llevó más de doce años clonar una vaca a costa de la muerte de cientos de embriones durante pruebas, lo que obligó a la organización a suspender su programa de clonación debido a que solo un diez por ciento de los animales sobrevivían. . //Gracias por tu visita//