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Por Magdalena Gelblung
@maggiegelblung
Esteticistas, personal trainers y sobre todo las grandes compañías que comercializan este "elixir" embotellado son los responsables de que forcemos la ingesta de agua cuando quizás no la necesitamos.
¿Es necesario consumir tanta agua diariamente? Basta una simple investigación para develar el mito. Una persona que tiene un corazón y riñones sanos, y un buen funcionamiento del hipotálamo (donde está el centro de la sed), debería tomar agua solo cuando sienta sed. Este mecanismo es muy fino y exacto, si escuchamos atentamente a nuestro cuerpo, el nos va a pedir exactamente lo que necesitamos.
Si nos comemos un puñado de aceitunas en salmuera, el centro de la sed nos indicará ingerir la cantidad exacta de agua necesaria para disolver el exceso de sal que ingresó al cuerpo. Por esto mismo es ridículo duplicar o triplicar la ingesta teniendo un mecanismo tan inteligente.
El consumo extraordinario de agua en un paciente con cardiopatías es de alto riesgo porque los conduce a insuficiencias cardíacas, edema -líquido en los pies- y retención de líquido. Es contraproducente que un paciente que consume diuréticos para eliminar agua y sal, ingiera 2 a 3 litros de agua diarios "porque es beneficioso para la piel".
Cada individuo tiene necesidades diferentes, por eso invito a los deportistas o personas que realizan actividad física a que calculen de una manera muy simple la cantidad de líquido que deben ingerir pesándose antes y después de hacer actividad física. La cantidad de fluido que se pierde es la cantidad de fluido que debemos reponer, ni más ni menos. Es fundamental mantener una dieta variada en frutas y vegetales y si se realiza una actividad física de más de una hora añadir carbohidratos al líquido para mantener la concentración de glucosa sanguínea, para preservar la reserva energética del músculo y retrasar la fatiga.
Corre la primera ola de calor de fin de año, y los medios gráficos y audiovisuales se plagan de títulos catastróficos acerca de la sensación térmica en la ciudad.
No caben dudas de la peligrosidad del calor en niños y adultos mayores, pero esta no llega a ser una situación de emergencia si se toman los recaudos necesarios para evitar el indeseable "golpe de calor".
Tips para evitar la crisis por deshidratación.
Distribuir la ingesta de pequeñas cantidades de agua o bebidas frescas durante TODO el día. Elegir agua o bebidas de sabor agradable (facilita la ingesta) como jugos naturales y limonadas, que tengan alto porcentaje de agua.
Evitar el consumo de té, café y mate, ya que son estimulantes de la diuresis (mecanismo fisiológico que a través de la orina elimina agua, sales, minerales y electrolitos). El alcohol también está contraindicado en estos casos, ya que estimula la diuresis.
Consumir diariamente frutas y verduras que ayuden a la hidratación. Frutas como la sandía, melón, naranja, mandarina, uvas y frutillas. Verduras como lechuga, pepino, espinaca, zapallitos, rabanitos, zanahoria y tomate.
Evitar la exposición al sol directo, mantenerse en lugares frescos y con corriente de aire.
Reforzando la premisa de escuchar lo que nuestro cuerpo nos dice, contemplar las necesidades individuales y actuar en función de ellas. No hay mejor consejero que nuestro propio cuerpo.
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//Gracias por tu visita//
12/11/12
Mitos y verdades acerca de la hidratación
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Por Magdalena Gelblung
@maggiegelblung
Esteticistas, personal trainers y sobre todo las grandes compañías que comercializan este "elixir" embotellado son los responsables de que forcemos la ingesta de agua cuando quizás no la necesitamos.
¿Es necesario consumir tanta agua diariamente? Basta una simple investigación para develar el mito. Una persona que tiene un corazón y riñones sanos, y un buen funcionamiento del hipotálamo (donde está el centro de la sed), debería tomar agua solo cuando sienta sed. Este mecanismo es muy fino y exacto, si escuchamos atentamente a nuestro cuerpo, el nos va a pedir exactamente lo que necesitamos.
Si nos comemos un puñado de aceitunas en salmuera, el centro de la sed nos indicará ingerir la cantidad exacta de agua necesaria para disolver el exceso de sal que ingresó al cuerpo. Por esto mismo es ridículo duplicar o triplicar la ingesta teniendo un mecanismo tan inteligente.
El consumo extraordinario de agua en un paciente con cardiopatías es de alto riesgo porque los conduce a insuficiencias cardíacas, edema -líquido en los pies- y retención de líquido. Es contraproducente que un paciente que consume diuréticos para eliminar agua y sal, ingiera 2 a 3 litros de agua diarios "porque es beneficioso para la piel".
Cada individuo tiene necesidades diferentes, por eso invito a los deportistas o personas que realizan actividad física a que calculen de una manera muy simple la cantidad de líquido que deben ingerir pesándose antes y después de hacer actividad física. La cantidad de fluido que se pierde es la cantidad de fluido que debemos reponer, ni más ni menos. Es fundamental mantener una dieta variada en frutas y vegetales y si se realiza una actividad física de más de una hora añadir carbohidratos al líquido para mantener la concentración de glucosa sanguínea, para preservar la reserva energética del músculo y retrasar la fatiga.
Corre la primera ola de calor de fin de año, y los medios gráficos y audiovisuales se plagan de títulos catastróficos acerca de la sensación térmica en la ciudad.
No caben dudas de la peligrosidad del calor en niños y adultos mayores, pero esta no llega a ser una situación de emergencia si se toman los recaudos necesarios para evitar el indeseable "golpe de calor".
Tips para evitar la crisis por deshidratación.
Distribuir la ingesta de pequeñas cantidades de agua o bebidas frescas durante TODO el día. Elegir agua o bebidas de sabor agradable (facilita la ingesta) como jugos naturales y limonadas, que tengan alto porcentaje de agua.
Evitar el consumo de té, café y mate, ya que son estimulantes de la diuresis (mecanismo fisiológico que a través de la orina elimina agua, sales, minerales y electrolitos). El alcohol también está contraindicado en estos casos, ya que estimula la diuresis.
Consumir diariamente frutas y verduras que ayuden a la hidratación. Frutas como la sandía, melón, naranja, mandarina, uvas y frutillas. Verduras como lechuga, pepino, espinaca, zapallitos, rabanitos, zanahoria y tomate.
Evitar la exposición al sol directo, mantenerse en lugares frescos y con corriente de aire.
Reforzando la premisa de escuchar lo que nuestro cuerpo nos dice, contemplar las necesidades individuales y actuar en función de ellas. No hay mejor consejero que nuestro propio cuerpo.
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//Gracias por tu visita//
