Un nuevo deporte extremo, creado en Inglaterra, comienza a expandirse en el mundo a gran velocidad. Se trata del Extreme ironing , según dicen, la más absurda de las actividades físicas conocidas.
De acuerdo a la explicación de sus inventores, y según cita un blog del diario El País , se trata de combinar "la emoción de un deporte extremo al aire libre con la satisfacción de una camisa bien planchada".
En extreme ironing los participantes deben demostrar su habilidad para dejar una camisa bien planchada en las situaciones más ridículas. Por eso se los ve realizar el deporte que eligen -buceo, alpinismo, ciclismo, parapente o cualquier otro- con una plancha y una tabla colgando sobre sus espaldas.
Phil Shaw, ciudadano de Leicester, dice ser el creador de esta actividad. Es un trabajador de una fábrica de prendas y aficionado a escalar montañas. En 1997 decidió combinar las dos actividades en el garaje de su casa y dos años después, en Nueva Zelanda, conoció a un grupo de mochileros alemanes que lo ayudaron a divulgar el nuevo deporte.
Extreme ironing ya tiene hasta campeonatos del mundo. El último lo ganó un hombre que planchó sus calzoncillos en la Antártida.
21/3/13
El nuevo deporte: Extreme Ironing
Un nuevo deporte extremo, creado en Inglaterra, comienza a expandirse en el mundo a gran velocidad. Se trata del Extreme ironing , según dicen, la más absurda de las actividades físicas conocidas.
De acuerdo a la explicación de sus inventores, y según cita un blog del diario El País , se trata de combinar "la emoción de un deporte extremo al aire libre con la satisfacción de una camisa bien planchada".
En extreme ironing los participantes deben demostrar su habilidad para dejar una camisa bien planchada en las situaciones más ridículas. Por eso se los ve realizar el deporte que eligen -buceo, alpinismo, ciclismo, parapente o cualquier otro- con una plancha y una tabla colgando sobre sus espaldas.
Phil Shaw, ciudadano de Leicester, dice ser el creador de esta actividad. Es un trabajador de una fábrica de prendas y aficionado a escalar montañas. En 1997 decidió combinar las dos actividades en el garaje de su casa y dos años después, en Nueva Zelanda, conoció a un grupo de mochileros alemanes que lo ayudaron a divulgar el nuevo deporte.
Extreme ironing ya tiene hasta campeonatos del mundo. El último lo ganó un hombre que planchó sus calzoncillos en la Antártida.
