Este dato ha aumentado en el último ejercicio un 14%.
El principal motivo para este crecimiento es la gran diferencia de precio entre las marcas y las marcas blancas, que a veces suponen hasta un 70% de descuento.
Además, tampoco hay mucha diferencia de calidad.
La crisis parece no tocar a su fin y esto hace que cada vez haya más usuarios concienciados de la necesidad de ahorrar sin perder calidad, como lo demuestra el hecho de que la marca blanca ya suponga el 42,3% de la cesta de alimentación, según el informe ScanTrends de la consultora Nielsen.
