Las exóticas playas de Kuta, en la isla Bali, fueron el escenario del primer torneo de surfistas rusas sobre tacones, una prueba tan arriesgada como novedosa, pero también glamorosa y sobre todo divertida. Para esta particular competencia, las bellezas rusas subieron la apuesta al desafiar las olas con tacos de por lo menos 9 centímetros, como marca el reglamento, y en algunos casos hasta
combinaron vestidos. Por supuesto, el desafío fue lograr la mayor estabilidad posible, pero también aportaron un toque de seducción a un deporte en el que los aficionados y competidores suelen utilizar la clásica indumentaria de baño