Científicos de la Universidad de Oxford publicaron los resultados de un estudio en el que se postula que el tipo y el color de los cubiertos que usamos, puede afectar en el sabor de lo que ingerimos.
En las pruebas del estudio se varió el peso, color y forma de los cubiertos, teniendo así modificaciones sobre lo salado o dulce que resultaban ciertos alimentos. Por ejemplo, el yogur aparentaba ser más denso y caro cuando se presentaba en una cuchara ligera, también el tamaño de la cuchara influyó en lo dulce que sabía el yogur. Sin embargo, el color de los cubiertos tiene cierta relación con el color de los alimentos, sobre todo al producirse algún contraste. Así, el yogur blanco se percibía como más dulce cuando se servía en una cuchara del mismo color, y menos dulce cuando el yogur se pintaba de rosa. Al servir yogur blanco y rosa en cucharas negras, dicha percepción se invertía.
