Bob Humphries, de 89 años, viudo desde hace un año, y Bernie Bluett, de 87, cuyo marido murió hace 11, han estado separados toda su vida de adultos, viviendo en las antípodas uno del otro. La pareja, que se conoció en Reino Unido cuando eran niños, se enamoraron ya siendo adolescentes. Ambos confiesan que estaban locamente enamorados uno del otro, pero que nunca le dijeron nada a nadie sobre sus sentimientos.
Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial Bob Humphries fue enviado al frente. Aunque intentaron mantener contacto por carta,
los padres de Bernie Bluett, que no veían con buenos ojos esta relación, no le pasaron las misivas a su hija. Tras dos años sin respuesta, Bernie Bluett se trasladó a Nueva Zelanda y se casó allí.
Solo recientemente se localizaron con ayuda de la hija de Bernie Bluett. Los dos confiesan que vivieron felices con sus esposos, pero que siempre se preguntaron qué fue lo que pasó mal y cómo pudo morir su amor.
"No sabía lo que iba a decirle cuando estuve esperando su llamada. Había pasado demasiado tiempo. Cuando contesté al teléfono, lo único que él quería saber era lo que me había sucedido. Me preguntó qué habíamos hecho mal", cuenta Bernie Bluet, que añade: "Yo no dije nada, solo me eché a llorar".
Bernie Bluett regresó a Reino Unido, donde la pareja se ha casado este fin de semana en una pequeña localidad en el condado Somerset.
"Podremos pasar solo un años juntos, pero es el año que nunca hemos tenido. Ambos somos viejos, ambos estamos mal, pero nos sentimos como si volviéramos a tener 18 años. La felicidad lo es todo. Ni qué decir que él es un romántico tan incurable como yo", explicó la flamante esposa.