Un millón de cucarachas se escaparon de un criadero emplazado en una granja de la localidad china de Dafeng. Todo porque algún gracioso desconocido destruyó invernadero el pasado 20 de agosto, publica el diario cantonés Nuevo Expreso.
Pese a la desinfección a gran escala que dispusieron la autoridades, a los residentes de la villa el llamado a la calma no los tranquilizó demasiado.
Los insectos pertenecían a una granja china que las
criaba para destinarlas a la producción de medicina china tradicional.
El propietario del predio Wang Pengsheng, de 38 años, indicó que, tras investigar la posibilidad durante seis meses, decidió el año pasado invertir en las cucarachas, cuyos extractos cuentan con propiedades que permiten combatir algunas enfermedades y reforzar el sistema inmunológico.
Wang gastó más de de 32.000 dólares en comprar un centenar de kilos de huevos de cucaracha y que obtiene más de 162 dólares por kilo de insecto adulto, según explicó al diario.
Lejos de calmar la aguas, para el propietario la cifra de un millón de insectos fugados y que buscaron refugio en los campos de maíz cercanos es “conservadora”.