Comer cada dos horas, masticar diez veces cada bocado antes de tragarlo, tomar un caldo antes de cada comida para saciar el hambre más voraz...éstos son sólo algunos de los consejos más reconocidos que pasan de boca en boca entre dietistas crónicos.
Lo cierto es que lo único que no falla es consultar a un especialista que prepare un plan de alimentación acorde a las necesidades y gasto calórico diario de cada persona y sumarle actividad física regular,
siempre supervisado por los que saben.
Pero, si de recurrir a algo de ayuda para que el camino hacia el peso ideal sea más llevadero, y el aburrimiento de la dieta está a punto de llevarnos al abandono, bien vale probar con estas siete originales recomendaciones.
Comer delante de un espejo
Investigadores de la Universidad Estatal de Arizona y la Universidad de Erasmo de Rotterdam encontraron que mirarnos mientras comemos puede ser un poderoso detonante para consumir menos. Para el estudio, los investigadores colocaron un espejo enfrente de algunos de los participantes y observaron que aquellos que tenían el espejo delante comieron menos. Creen que el hecho de vernos comer nos hace más conscientes de nuestro cuerpo y evitamos comer en exceso.
¿Alguna vez te miraste al comer? ¿Observaste si "atacás" el plato o disfrutás de los sabores? ¿Estás erguido o inclinado sobre la porción? Estas y otras cuestiones se relacionan con el modo en que cada uno se aproxima físicamente a los alimentos, y puede afectar tanto la conducta a la hora de comer como el grado de reflexión mientras come, algo que no es menor si se tiene en cuenta que aquellos que "tragan" todo lo que ven en el plato quizá estén comiendo hasta sentirse "repletos", no satisfechos.
Pagar en efectivo
Por extraño que parezca, la tarjeta de crédito engorda. Cuando tenemos poco dinero en efectivo somos más medidos sobre en qué lo gastamos, de ahí que especialistas recomiendan sacar del cajero la cantidad necesaria para el día y evitar tentaciones. De acuerdo con un estudio realizado en las universidades de Cornell y Binghamton pagar con tarjeta también tiene resultados desastrosos para la silueta, ya que las personas son más propensas a comprar comida basura y "vicios".
Oler vainilla
Si las ganas de comer algo dulce están por echar por tierra con tu dieta enciende una vela de vainilla. Un estudio del hospital St George's, en Londres, reveló que colocar parches con olor a vainilla en la parte posterior de las manos de los pacientes redujo significativamente su apetito por los alimentos dulces.
Decile "no" a comer en pijama
Si bien es evidente que la prenda por sí misma no hace que ganemos peso, la ropa ancha y confortable te puede conducir a comer más, ya que llevar ropa holgada da la ilusión de estar más delgado y te hace pensar menos en tu figura. Esto no quiere decir que haya que ir incómodo a comer pero llevar prendas un poco más ajustadas de lo normal puede ayudar a pensar más en tu cuerpo además de ser un indicador perfecto cuando pierdes kilos.
Mejor compañía masculina
Si quieres reducir la cantidad de alimentos que ingieres cuando sales a comer afuera, será preferible que tu acompañante sea un hombre. Investigadores de las universidades de Pensilvania y Akron encontraron que tanto hombres como mujeres comen menos cuando van acompañadas por un hombre que por una mujer.
En las mesas de amigas suelen verse grandes postres y hasta degustaciones dulces, cosa que no ocurre entre los caballeros. Los investigadores creen que esto se debe a que somos más conscientes de nuestro género cuando estamos con alguien del sexo opuesto, por eso las mujeres delante de un hombre comen menos para aparentar "feminidad", mientras que los hombres comen más cuando están con mujeres para parecer "más masculinos".
Decorar la cocina de azul
Si sos de los que creen en el poder del Feng Shui y los colores, tenés que saber que el azul es tu aliado para bajar de peso, pues dicen que, junto con el verde, actúan como supresores del apetito. Pero ¡atención! porque el amarillo y el rojo estimulan el hambre. Así que a tomar nota: cubiertos azules, manteles y hasta las paredes del comedor deberían ser de ese color para mantener el hambre a raya.
Registrarse en Facebook
Si todavía sos de los que se resisten a formar parte de la popular red social, deberías saber que investigadores aseguran que registrarse en Facebook ayuda a perder peso por el hecho de estar constantemente al acecho de ser etiquetado en una foto poco favorecedora.
De hecho, un reciente estudio identificó que las fotos poco halagadoras se habían convertido en el desencadenante número uno en las dietas de los británicos, superando la operación bikini y el no caber en un vestido.