23/8/13

SE DESPIDE KODAK, LA MARCA QUE FOTOGRAFIÓ AL MUNDO

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJRteLId4W64ru0RN2gqeRpsNHpYGuWA6GcA9dCm6GaovtwhmMdPXRkEKA7b0cB0Qe5J3eJlmtW0pbv1jchk6HM3c5OysE-LCEZhTB103rr60vXevCpuezwjeCvhyphenhyphenNJCuz2UPK3AWS_P9x/s720/KODAK.jpgPor rara paradoja del destino, casi al mismo tiempo que el mundo recordaba el 188 aniversario de la aparición de la primera foto, desaparecía la empresa que cambió por completo el mundo fotográfico: “Kodak ha muerto”, se anunció en las últimas horas. Y como si se hubiera velado una película y se perdieran todas las imágenes, algo que siempre produce tristeza, así quedó el universo de la fotografía con la desaparición de Kodak. Es que para muchos esta marca está vinculada a sus primeras fotos, a su adolescencia y juventud, los primeros revelados con sus emociones inherentes; cierta emoción por ver los primeros resultados, todo un mundo de recuerdos. Sin embargo, el mundo empresarial, no solo el de la fotografía, se conmovió cuando el 19 de enero del año pasado la firma de Rochester, Nueva York, fundada por George Eastman, presentó
suspensión de pagos con una deuda superior a los 6.000 millones de euros. Era el principio del fin. George Eastman fue un auténtico pionero, hijo de un inmigrante inglés que llegó a Salsbury (Massachussets), nació en Waterville (Nueva York) en 1854, y tras una niñez de pobreza, abandonó la escuela para trabajar desde los 14 años de mensajero y limpiador por un sueldo ínfimo que le permitió, sin embargo, ahorrar algunos dólares para dedicarlos a sus inventos. El propio nombre de la empresa, a la que se llamó el gigante amarillo, fue un invento, ya que Kodak fue inscripta con tal denominación en 1888 por dos motivos: uno que tenía dos veces la letra “k”, la preferida de Eastman, y el otro porque además era fácil de pronunciar en cualquier idioma. El gran mérito de esta empresa es haber popularizado la fotografía, con su lema “apriete el botón y nosotros hacemos el resto”. Y, en efecto, el usuario llevaba el rollo y el resto corría por cuenta de Kodak, un cambio revolucionario en los hábitos de revelado que hasta ese momento imperaban. Fabricante de material sensible, de cámaras de todo tipo, creadora de formatos como el 620 milímetros y los chasis de 126 y 110 milímetros, Kodak se extendió a lo largo de todo el mundo. DEL EXITO A LA BANCARROTA Los vendedores, durante muchos años, ni siquiera preguntaban a los usuarios qué película querían y directamente le ponían en las manos una caja amarilla en cualquiera de esos formatos, mientras que todos podían sacar con sus cámaras más exitosas, como la “Fiesta” o la “Instamatic”, tan sencillas de usar que no requerían prácticamente conocimientos sobre fotografía. Hoy, las películas de Kodak ya empiezan a ser difíciles de encontrar, especialmente algunas emulsiones, y su precio en los mercados fotográficos internacionales están subiendo de forma considerable. Ahora Kodak espera salir oficialmente de la suspensión de pagos el próximo 3 de septiembre, con un recorte muy importante en su plantilla, que quedará en unos 8.500 empleados, la mitad de los 17.000 con los que contaba cuando decidió acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas de EE UU, aunque ya no volverá a dedicarse a la fabricación de productos fotográficos para el consumo, sino a la impresión comercial.