Las autoridades egipcias están examinando al cisne luego de que un hombre comprara al supuesto espía en una estación policial del distrito de Qena, a unos 450 kilómetros al sudeste de El Cairo.
Los investigadores dijeron que el hombre creyó que el infiltrado volador era un agente encubierto porque tenía un dispositivo electrónico.
El jefe de seguridad de Qena, Mohammed Kamal, confirmó que los
oficiales examinaron al cisne y al dispositivo, que no era un explosivo ni un aparato de espionaje. Hallaron que lo más posible era que se tratase de un rastreador de vida salvaje.
Parece que los egipcios sospechan de cualquier cosa que provenga del exterior del país, debido a la actual crisis que vive el país. A principios de año, un guardia de seguridad hizo un informe de seguridad luego de capturar una paloma que, según él, llevaba un microfilm.
Si bien el cisne y la paloma no califican de ninguna forma para ser espías internacionales, parece que las tortugas podrían ser lo último en vigilancia encubierta.
Las autoridades egipcias están examinando al cisne luego de que un hombre comprara al supuesto espía en una estación policial del distrito de Qena, a unos 450 kilómetros al sudeste de El Cairo.
Los investigadores dijeron que el hombre creyó que el infiltrado volador era un agente encubierto porque tenía un dispositivo electrónico.
El jefe de seguridad de Qena, Mohammed Kamal, confirmó que los 