Una impactante calabaza de 85,3 kilos cultivada en la localidad de Cartaya se convirtió en una sorpresiva atracción turística del sur de España. Cuenta con un perímetro de 1,9 metros, 60 centímetros de diámetro y 40 centímetros de alto.
Pedro Benítez, el agricultor responsable de cultivar la inmensa calabaza, aseguró que su finca se transformó en "un lugar de peregrinación" de curiosos que se acercan a ver con sus propios ojos
al impactante fruto.
Benítez indicó que no sabe el uso que dará a este producto, aunque lo decidirá una vez que termine el peregrinaje de personas que acuden cada día a verla.
Ante las consultas, el agricultor sostuvo que "la calabaza ha crecido de forma totalmente ecológica, sin más fertilizante que el estiércol natural que le he ido echando", sin llegar a sospechar que conseguiría un producto de las mencionadas dimensiones.