Si la idea es comer sano, es el propio dicho popular el que recomienda “desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, merendar como un caballero y cenar como un mendigo”. Y el refrán es convalidado por las propias autoridades sanitarias bonaerenses, que con la finalidad de promocionar el hábito del desayuno, sobre todo entre los chicos, realizó talleres en escuelas de la región, en el marco del plan “Armando Salud 2013”. Para la nutricionista del ministerio de Salud, Laura Sansalone, no hay dudas: “desayunar bien previene ingestas copiosas, mal elegidas y desorganizadas durante el resto del día. De este modo, se previene
la obesidad y otras enfermedades a futuro, como la anemia, la diabetes o la hipertensión”. Es que, según sostienen los especialistas, el desayuno repone la energía perdida tras las horas de sueño, un promedio de ocho sin ingerir ni un bocado. Y al mismo tiempo prepara el cuerpo para la demanda que se viene. “Los chicos tienen mayores exigencias nutricionales porque están en crecimiento y además muchos se levantan y van a la escuela o a hacer alguna actividad física: el desayuno tiene que darles energía para responder a la demanda física e intelectual”, sostiene Sansalone.
LOS CINCO ELEMENTOS
Un buen desayuno, indicaron los especialistas del ministerio de Salud de la Provincia , debe contener cinco elementos indispensables: lácteos descremados como yogur o leche, las proteínas que da, por ejemplo, cualquier tipo de queso; fibra como el cereal o copos, o algún pan y una fruta, fuente de vitaminas y nutrientes saludables. “El ABC nutricional del buen padre o madre debería contemplar la alimentación como prioridad, y el desayuno es la primera comida del día, la más importante”, insistió la especialista. Y contra lo que podría suponerse, alentó el consumo de pan en lugar de galletitas porque, según dijo, “éstas tienen mucha más sal y grasas industrializadas, mucho más insalubres para los chicos”. “Muchos chicos y adolescentes saltean el desayuno y esto es un problema porque se trata de la comida más importante del día, que aportará energía para aumentar la concentración, la memoria, la capacidad física y mental ya sea para jugar, hacer deportes o aprender”, agregó Sansalone. En este marco, los especialistas advierten que el desayuno no se encuentra instalado a modo de hábito en buena parte de las familias argentinas. Y por eso, indicaron que es prioritario fomentarlo: “No hace falta una gran preparación, basta con que tenga, por ejemplo, leche, algo de pan, manteca y queso”. Claro que será más nutritivo si se le suma una fruta de estación o un jugo natural y una porción pequeña de algo dulce”. “La prevención y la alimentación saludable -señaló por su parte el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia- son indispensables, y por eso decidimos integrar políticas públicas de salud y apuntar a las escuelas, para revertir una tendencia que nos preocupa, ya que el 16 por ciento de los chicos son obesos y casi un 30 por ciento presenta algún nivel de sobrepeso”. Entre los consejos que los especialistas de la dirección provincial de Atención Primaria brindaron en las escuelas, figuran los de “empezar el día con un buen desayuno. Incorporar al menos 3 veces al día lácteos: leche, yogurt y queso que aportan proteínas, vitaminas y calcio, y su consumo regular reduce el riesgo de osteoporosis”. También, comer frutas y verduras diariamente. Sumar a las comidas 2 raciones de verduras y 3 frutas de distintos colores. Las vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra alimentaria ayudan a proteger contra enfermedades del corazón y de diversos tipos de cáncer. Contienen fibras que ayudan a la digestión y a bajar el colesterol en sangre, y favorece la prevención de la obesidad. Elegir alimentos con menor contenido de grasas, azúcar y sal. Leer atentamente las etiquetas con la información nutricional de los alimentos y elegir los productos “reducidos” en sal (sodio), grasas saturadas, colesterol y azúcar. También invitaron a tomar más agua, al menos entre 6 y 8 vasos diarios para ayudar a reponer los líquidos que el organismo elimina, favorecer la eliminación de toxinas y ayudar a la regulación de la temperatura del cuerpo, mantener la boca fresca y cuidar la piel. Asimismo, y a modo de consejo extendible a toda la población, está el sumar al menos 30 minutos de actividad física, ya que caminar habitualmente ayuda a prevenir enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.
la obesidad y otras enfermedades a futuro, como la anemia, la diabetes o la hipertensión”. Es que, según sostienen los especialistas, el desayuno repone la energía perdida tras las horas de sueño, un promedio de ocho sin ingerir ni un bocado. Y al mismo tiempo prepara el cuerpo para la demanda que se viene. “Los chicos tienen mayores exigencias nutricionales porque están en crecimiento y además muchos se levantan y van a la escuela o a hacer alguna actividad física: el desayuno tiene que darles energía para responder a la demanda física e intelectual”, sostiene Sansalone.
LOS CINCO ELEMENTOS
Un buen desayuno, indicaron los especialistas del ministerio de Salud de la Provincia , debe contener cinco elementos indispensables: lácteos descremados como yogur o leche, las proteínas que da, por ejemplo, cualquier tipo de queso; fibra como el cereal o copos, o algún pan y una fruta, fuente de vitaminas y nutrientes saludables. “El ABC nutricional del buen padre o madre debería contemplar la alimentación como prioridad, y el desayuno es la primera comida del día, la más importante”, insistió la especialista. Y contra lo que podría suponerse, alentó el consumo de pan en lugar de galletitas porque, según dijo, “éstas tienen mucha más sal y grasas industrializadas, mucho más insalubres para los chicos”. “Muchos chicos y adolescentes saltean el desayuno y esto es un problema porque se trata de la comida más importante del día, que aportará energía para aumentar la concentración, la memoria, la capacidad física y mental ya sea para jugar, hacer deportes o aprender”, agregó Sansalone. En este marco, los especialistas advierten que el desayuno no se encuentra instalado a modo de hábito en buena parte de las familias argentinas. Y por eso, indicaron que es prioritario fomentarlo: “No hace falta una gran preparación, basta con que tenga, por ejemplo, leche, algo de pan, manteca y queso”. Claro que será más nutritivo si se le suma una fruta de estación o un jugo natural y una porción pequeña de algo dulce”. “La prevención y la alimentación saludable -señaló por su parte el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia- son indispensables, y por eso decidimos integrar políticas públicas de salud y apuntar a las escuelas, para revertir una tendencia que nos preocupa, ya que el 16 por ciento de los chicos son obesos y casi un 30 por ciento presenta algún nivel de sobrepeso”. Entre los consejos que los especialistas de la dirección provincial de Atención Primaria brindaron en las escuelas, figuran los de “empezar el día con un buen desayuno. Incorporar al menos 3 veces al día lácteos: leche, yogurt y queso que aportan proteínas, vitaminas y calcio, y su consumo regular reduce el riesgo de osteoporosis”. También, comer frutas y verduras diariamente. Sumar a las comidas 2 raciones de verduras y 3 frutas de distintos colores. Las vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra alimentaria ayudan a proteger contra enfermedades del corazón y de diversos tipos de cáncer. Contienen fibras que ayudan a la digestión y a bajar el colesterol en sangre, y favorece la prevención de la obesidad. Elegir alimentos con menor contenido de grasas, azúcar y sal. Leer atentamente las etiquetas con la información nutricional de los alimentos y elegir los productos “reducidos” en sal (sodio), grasas saturadas, colesterol y azúcar. También invitaron a tomar más agua, al menos entre 6 y 8 vasos diarios para ayudar a reponer los líquidos que el organismo elimina, favorecer la eliminación de toxinas y ayudar a la regulación de la temperatura del cuerpo, mantener la boca fresca y cuidar la piel. Asimismo, y a modo de consejo extendible a toda la población, está el sumar al menos 30 minutos de actividad física, ya que caminar habitualmente ayuda a prevenir enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.