El pedido se repite, incansable e infinito, en todos los hogares del mundo. Si alguien, alguna vez, hubiese contado la cantidad de veces que una mujer dice las palabras “No manches el inodoro”, seguramente hubiera llegado a la conclusión de que son las más pronunciadas a lo largo de una relación.
Pero ellos también están cansados de oír –en tono de queja o no tanto- ese reclamo. Por eso, una grupo de físicos estadounidenses decidió estudiar la dinámica de la salpicadura de orina masculina. ¿Los resultados? Además de descubrir un ángulo que reduce las manchas, brindaron datos relacionados
con la higiene.
Gracias al uso de cámaras, el equipo de investigación la Universidad Brigham Young, de Provo, en Utah, registró el proceso urinario y analizó el rociado posterior.
Interesantes conclusiones
De acuerdo a lo informado en BBC Mundo, los resultados de este estudio –que fue dirigido por los profesores Tadd Truscott y Randy Hurd- serán presentados en un par de semanas en la Sociedad Americana de Física (APS, en inglés) en Pittsburgh. “La gente me pregunta, ‘¿Hablás en serio?’ Les digo que sí, que esto puede parecer chiste de preadolescentes, pero también es un problema real”, le explicó Truscott a ese sitio. “Todos hemos estado en baños asquerosos con charcos en el suelo. Estos lugares son un caldo de cultivo para las bacterias", agregó en la misma entrevista con BBC.
Según la investigación, la micción masculina es una actividad mucho más sucia de lo que debería ser. Para analizar en detalle el funcionamiento del proceso, este grupo creó un simulador que disparaba agua coloreada sobre diferentes inodoros manteniendo la presión y la intensidad de un humano. Cada una de las salpicaduras se vio incrementada por el fenómeno llamado “inestabilidad de Plateau-Rayleigh”, por el cual una corriente descendente de líquido se rompe en pequeñas gotas. "El chorro de orina masculina se rompe a unos 15-18 centímetros de la salida de la uretra", explicó Hurd en la misma entrevista. "Así que para el momento en que llega al urinario ya está en forma de gotas. Y estas gotitas son las responsables de la formación de salpicaduras en los pantalones”, agregó.
El método de la salpicadura perfecta
Si bien sentarse es la mejor manera de evitar todo esto, ante la terminante negativa masculina, los físicos han diseñado esta guía de consejos para alcanzar casi “la salpicadura perfecta”.
-Pararse lo más cerca como sea posible del inodoro.
-Tratar de que la micción sea chorro continuo e ininterumpido, es mejor que hacerlo en gotitas.
-Para encontrar el mejor ángulo de inclinación, conviene apuntar hacia los costados de la taza del inodoro y no hacia el agua.
-Se puede colocar papel higiénico sobre los bordes para minimizar el impacto y evitar la suciedad, caldo de cultivo de bacterias.