Al entrar una cálida recepción anticipa lo que vendrá: dibujos de animales, colores suaves y recordatorios sobre cuestiones cotidianas dan la bienvenida. Adentro, salones donde se canta, se juega, se salta o se hace una siesta.
El Jardín Maternal Chiquilandia está en pleno funcionamiento y sin embargo no hay ruidos estridentes, ni llantos, ni gritos. Tranquilidad,
armonía y calidez emanan desde sus salones y también en el recibimiento de su Directora, Alejandra Scatuerccio quien trabaja en la institución hace veinte años.
Los Jardines Maternales son partes del sistema educativo, que los regula estableciendo como su función principal, la enseñanza de las generaciones mas jóvenes de la sociedad.
“Chiquilandia no es una guardería”, explica la Directora, “porque aquí quienes atendemos a los chicos somos docentes y se enseñan contenidos pedagógicos”.
Según un documento de las maestras de Chiquilandia “en los Jardines Maternales se busca desarrollar las potencialidades de cada niño, estimulando cada aspecto personal e intelectual, formándolo como personas íntegras. Enseñar una libre y sana forma de expresión que conlleve una comunicación en la vida social y enriquecer sus potencialidades, incentivándolos en una superación cotidiana en todas sus labores”.
“Aquí se trabaja dentro del diseño curricular del Ministerio de Educación para Jardines Maternales” señala Alejandra Scatuerccio, “tenemos propósitos, proyectos y objetivos y estamos encuadradas en el área educativa en la Dipregep, dependemos absolutamente de la Municipalidad de 25 de Mayo que nos provee todo lo que necesitamos y paga nuestros sueldos”.
Los 45 alumnos que tiene el jardín Maternal están distribuidos en tres salas en turno mañana y turno tarde: lactantes de 45 días a 1 año, deambuladores de 1 año a 2 y pre jardín, de 2 años al ingreso de jardín de infantes.
Se hacen cargo de los grupos parejas pedagógicas (docente y preceptora) y hay cuatro auxiliares dedicadas a la cocina y la limpieza.
En Chiquilandia los chicos desayunan, almuerzan y meriendan según corresponda al turno en que concurren y sólo tres de ellos permanecen, por necesidades familiares, de 8 a 16 hs.
“Trabajamos en la cocina con un programa de nuestra nutricionista Cecilia Ansola, que tiene menú de verano y de invierno” cuenta la Directora del Jardín. “Son ciclos de 20 días que se repiten y que contienen verduras, carnes, frutas y todo lo necesario para una excelente alimentación. Estamos muy conformes con todo lo que se nos provee para el Jardín desde el Municipio, porque nunca se nos deja faltar nada”.
En los fundamentos del documento que lee Alejandra dice: “La necesidad de los niños de sentirse incluidos tiene relación directa con el acompañamiento responsable del adulto. Sostener vínculos cálidos estables y de respeto mutuo, promueve la posibilidad de educación de los pequeños, esto implica, favorecer la comprensión del mundo. Para tal fin el Jardín Maternal no reemplaza la familia, ni sustituye afectos, ni juzga modelos familiares ya constituidos, sino que acompaña a la familia mostrando opciones, posibilitando la visión desde diferentes perspectivas, favoreciendo la construcción de la identidad del ser niño, como un ser único y perteneciente a un contexto particular”.
“Agradecemos siempre el acompañamiento de los padres y de las autoridades municipales, que nos permiten llevar a la práctica ésta actividad, cada día, en las mejores condiciones” concluye la Directora.