Queda menos de un mes para que comience el Mundial de Fútbol de Brasil y una nueva polémica se une a la de los estadios e infraestructuras inacabados. Río de Janeiro, la ciudad que acogerá la final en su Estadio de Maracaná, además de varios partidos durante la competición, guarda una desagradable sorpresa para sus visitantes: una bahía contaminada con aguas fecales que no estará limpia para uno de los mayores eventos deportivos del mundo.
El problema no es nuevo, pero adquiere mayor importancia ahora que Río está a punto de recibir 400.000 turistas para el Mundial de Fútbol. La bahía de Guanabara, con 412 kilómetros cuadrados, rodea Río y es la segunda bahía más grande de Brasil... y la más contaminada. Según grupos ecologistas, su agua contiene 198 veces más materia fecal que la permitida por las autoridades. La ciudad solo trata el 40% de las aguas residuales, el resto acaba en los ríos, playas y sobre todo en la bahía.
Las autoridades de Río habían prometido limpiar y descontaminar la bahía para los Juegos Olímpicos de 2016, entre otras cosas porque se deben celebrar pruebas de regatas y otros deportes, pero la tarea está lejos de haber comenzado. Ahora mismo el agua es no apta para bañarse. Y lo que es peor, el Mundial de Fútbol servirá para airear a nivel mundial la escala del problema.
Un periodista de Global Post sobrevoló la zona con un biólogo para conocer desde el aire al alcance real del problema.