Típica frase usada por nuestros padres: "no le da el piné", que proviene de la época en que el servicio militar era obligatorio en nuestro país.
¿De dónde exactamente? Había una medida que utilizaban los militares para saber si los ingresantes al servicio militar estaban a la altura de los requerimientos del ejército. Recordemos que para principios de siglo pasado la desnutrición estaba más extendida en las zonas rurales que en la actualidad (donde todavía hay mucha desnutrición) y era común que los conscriptos no estuviesen a la altura de las circunstancias.
En 1901 Maurice–Charles–Joseph Pignet, un doctor de la armada Francesa, sugirió una forma de medir la capacidad del soldado en cuestión con unas medidas muy básicas: su peso, su altura y el diámetro de su pecho.
Actualmente podríamos decir sin equivocarnos que es absurdo, pero se siguió usando por muchos años y en muchas fuerzas armadas, la nuestra entre ellas.
La cuenta era la siguiente:
Altura en centímetros - (peso en kilos + circunferencia del pecho en centímetros)
Los valores se podían analizar así:
- Muy resistente: <10 li="">
- Resistente: 10-15
- Bueno: 16-20
- Promedio: 21-25
- Débil: 26-30
- Muy Débil: 31-35
- Lamentable: >36 10>
Ubicando la época, lo que buscaban era dejar afuera a los que tuviesen problemas asociados con la desnutrición, tuberculosis y otras enfermedades típicas de la mala alimentación. Pero el subdesarrollo toráxico no es una forma válida de medir la capacidad de resistencia.
Cualquier maratonista del norte de áfrica perdería ante esta forma absurda de medirlo. Un estudio completo fisiológico podría definir mucho mejor cuan aptos somos o estamos para tal o cual actividad.
De allí sale el "no te da el piné", algo así como "no te da el cuero" o que no estás capacitado.