Miscelánea, hace referencia a una mezcla compuesta por elementos distintos o de géneros diferentes, materias que en muchos casos pueden parecer inconexas y mezcladas. Es sinónimo de mixto y variado. Misceláneo es, entonces, un término amplio, abarcativo e incluso ambiguo en ciertas ocasiones. Ya los griegos y romanos ensayaron el género misceláneo: Plutarco entre los primeros, Plinio y Aulo Gelio entre los segundos; son exponentes de ello.
Esta exposición individual denominada “Miscelánea”, está compuesta por figuraciones de personajes diversos, verídicos, fantasiosos, e incluso atemporales, que se organizan en una serie de obras recientes, con una temática caracterizada por la heterogeneidad, producto de una búsqueda artística y personal, con imágenes muchas veces carentes de un hilo conductor propio, pero que tienen en común un cierto carácter existencialista, apelando a despertar el interés del público en un estilo de obra crítica. Considero que el arte origina nuevas realidades que parten de la formación de la interpretación subjetiva, dando origen a la construcción de conceptos nuevos. La interpretación es nuestro modo de ser en el mundo, es inherente al ser humano.Por otra parte, el término hace referencia al conjunto de elementos que intervienen en una composición u obra en relación al tema, y que compositivamente juegan un papel esencial en la organización de la información, como así también a los diferentes usos de la materialidad, y los distintos personajes en contextos que aparecen.
“Miscelánea”, busca las diferentes relaciones que se dan entre las características formales (técnica de representación, elección compositiva, color, uso de materialidad, etc.), y bien, significativas (tema abordado, contexto, temporalidad, referencia a estilos y movimientos históricos determinados).
Es decir, estas obras difieren entre sí, pero en su conjunto se vuelven estructuras simbólicas abiertas, que permiten la elaboración y reelaboración de sentidos, que activan en el encuentro otro tipo de pensamiento en torno a lo que nos pasa.
Imágenes que trascienden la apariencia, crean una nueva forma de comunicación y adquieren una misma carga de sentido. Al mostrar los rasgos del comportamiento humano en una nueva realidad propuesta por el artista, busca colocar al espectador en un lugar activo, critico y afectado por las imágenes desde su propia interpretación subjetiva y experiencia personal, ya que en la contemplación, las obras nos devuelven como espejos una visión de nosotros mismos; y a su vez, funcionan como epilogo, que se resignifica una y otra vez.
Nicolás A. Miramont