El día llegó: finalmente, el piano del clásico del cine Casablanca fue subastado en Nueva York en 3,41 millones de dólares. Este instrumento color salmón delicadamente decorado fue usado en una de las escenas de culto de la película: la que muestra a “Ilsa” (Ingrid Bergman) pidiéndole a “Sam” que toque “As Time Goes By” (“A medida que pasa el tiempo”). El remate arrancó con un precio de base de 1,6 millón de dólares, pero en apenas tres minutos alcanzó su valor final.
El piano fue la estrella de la subasta “There’s no place like Hollywood” (“No existe lugar como Hollywood”), que incluía más de 30 objetos usados en la película de 1942, como el guión original (vendido a 68.750 dólares) y las puertas del “Rick’s Café” (115.000 dólares).
Probablemente fabricado en 1927, el piano tenía sólo 58 teclas, 30 menos que uno moderno clásico. Su tapa había sido adaptada para la trama del film, que tiene lugar en plena Segunda Guerra Mundial y en la que “Rick” (Humphrey Bogart) se debate entre su amor por “Ilsa” y el pedido de ayuda de ésta para permitir que su marido , “Victor”, pueda huir de Casablanca.
Era la primera vez que el piano salía a subasta, con su banqueta e incluso un chicle seco pegado, con una ligera pero visible marca de huella dactilar, según la casa de remates Bonhams, que organizó la subasta junto con Turner Classics Movies.