Hace 70 años, cuando no existía Facebook, Antonia Gottifredi, hoy de 86 años, y Giovanni Molinari, de 89, se hicieron novios de muy jóvenes. Pero al poco tiempo se perdieron de vista porque él partió al frente en la guerra, cayó prisionero y estuvo en un campo de concentración. La vida los separó, ambos se casaron, tuvieron hijos y nietos, y enviudaron. Y ahora, 70 años después, los nietos de ambos los conectaron por Facebook, se volvieron a ver y, el fin de semana,
Antonia y Giovanni se casaron. Aquellos jóvenes italianos se habían conocido en 1944 y, según cuentan, hubo flechazo mutuo entre la bella Antonia, que trabajaba como dependienta en Bellano, junto al lago de Como, y Giovanni, el soldado que hacía el servicio militar en un destacamento del mismo pueblo. Así se hicieron novios, pero después la guerra los dividió: él acabó en el frente y como oficial fue internado en un campo de concentración. Pasó el tiempo y, cuando él volvió, ella ya era la novia del hombre que sería su marido y que le daría dos hijos. En los 70 años que corrieron después de aquel romance, cada uno construyó su familia. Ella fue esposa y madre y se quedó a vivir en Bellano. El fue ingeniero del Ente Nacional de Hidrocarburos de Italia y le tocó viajar por casi todo el mundo. Los dos, con el correr de los años, terminaron enviudando y fueron sus nietos quienes les armaron un perfil de Facebook y los animaron a utilizar la red para crear nuevas amistades y reencontrar a las antiguas. Así, Antonia y Giovanni volvieron a saber de sus vidas. Y hasta se volvieron a ver, como cuando eran jóvenes.
EL REENCUENTRO
El reencuentro ocurrió hace un año, en un banco junto al lago de Como. El llevó un ramo de rosas rojas, y eso alcanzó para conquistar de nuevo el corazón de Antonia. “Giovanni es romántico como cuando era un muchacho. En este año me ha cubierto de rosas y de invitaciones al restaurante”, contó Antonia, enamorada. La historia de amor se coronó este fin de semana en el altar de la Iglesia de los Santos Nazario y Celso para celebrar su boda. Ella con un vestido gris acompañada por su hijo y él de smoking, con su nieta tomada del brazo izquierdo. La iglesia fue adornada con rosas rojas, y el matrimonio fue celebrado por el párroco Cesare Terraneo, quien los recibió en la ceremonia marcándoles que “vuestro sueño se está haciendo realidad. Es siempre amor, aunque sea a una cierta edad”. El rol de los nietos de Antonia y Giovanni jugó un rol fundamental en esta historia de amor. Porque fueron ellos quienes los alentaron, primero, para que utilizaran las redes sociales para buscar a viejas amistades. Así les abrieron un perfil en Facebook. Y después, gracias a las redes sociales de los chicos, consiguieron cruzar los paraderos de sus abuelos, que por fin pudieron reencontrarse. Fue así que aquella trabajadora dependiente actualmente jubilada y el ingeniero retirado empezaron a salir otra vez. Ahora, con el final feliz, más de 30 personas fueron testigos de la conmovedora unión de Antonia y Giovanni frente al altar. Entre ellos estaba Flavia, nieta de Antonia, quien resumió las sensaciones de todos los invitados a la ceremonia: “Simplemente fue conmovedor”, dijo.