29/12/14

Video: una bola de fuego cruzó España en Nochebuena


En Nochebuena, cuando las televisiones retransmitían el primer discurso del Rey Felipe VI, una bola de fuego atravesó España de punta a punta como si se tratara de una señal llegada del cielo. El bólido, que tuvo múltiples testigos, entró por la frontera entre Murcia y Almería y atravesó la península en diagonal, de sureste a noroeste, para acabar en el Atlántico, en la zona sur de Galicia. Se trata de lo que los científicos llaman
un bólido rozador, una roca que entra en la atmósfera terrestre para después volver abandonarla y continuar su camino alrededor del Sol.

"El bólido ha sido visto en gran parte de España. Entró por la frontera entre Murcia y Almería a unos 105 km de altura sobre el nivel del mar, avanzó por Toledo y Extremadura, entró en Portugal y paró en Galicia", explica José María Madiedo, profesor de la Universidad de Huelva y miembro de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoros. La roca, de 100 kilos y apenas un metro de diámetro, recorrió más de mil kilómetros en su aventura terrestre.

La altura mínima que alcanzó sobre la Península fue de unos 75 km, a partir de ahí comenzó a tomar altura y cuando llegó al Atlántico, debido a la curvatura del planeta, volvió a salir de la atmósfera, algo similar a lo que sucede cuando se lanza una piedra contra el agua y rebota. Dejó de verse cuando se encontraba sobre unos 105-110 km sobre el nivel del mar. Por este motivo y por su largo recorrido sobre ese país, se trata de "un fenómeno tremendamente inusual", apunta el investigador.

El meteoro no fue tan brillante como otros que se han observado en el cielo peninsular, pero sí se movió de forma muy lenta, lo que permitió a los testigos disfrutar de un espectáculo único. "Hay gente que vio el bólido mientras conducía, le dio tiempo a aparcar, salir del coche y todavía ver la luz en el cielo", dice Madiedo. Además, pudo ser ampliamente registrado por los sistemas de monitorización de la bóveda celeste.

El aspecto de un meteorito

La roca proviene del cinturón principal de asteroides y podría volver a cruzarse con la órbita de la Tierra. "Sigue en el espacio, pero como se ha quemado en la atmósfera, tiene la costra de fusión de un meteorito", describe José María Madiedo.

Más allá del interés científico, el bólido parece sacado de un cuento navideño por su coincidencia con la Nochebuena y con el primer discurso de un rey. Que sea un buen o un mal augurio, ya es cuestión de interpretaciones pero, como decían algunos de los afortunados que pudieron verlo, "parece una estrella de Belén".