Quienes frecuenten la Costa Atlántica durante el viernes 30 de enero tendrán que pagar en efectivo porque, ese día, habrá un “paro comercial” y los negocios no aceptarán pagos con tarjeta de crédito o débito.
La decisión fue tomada por la Federación de Cámaras y Centros Comerciales (Fedecámaras), que anunció que el viernes 30 de enero llevará adelante esa medida para denunciar que “los
consumidores son víctimas de un negocio usurero”.
Por medio de un comunicado, la entidad explicó: “Ante la campaña engañosa contra los comerciantes de la costa atlántica, en la que se nos acusa de especular con los consumidores e impedir el uso de tarjetas de crédito y débito, llevaremos una jornada de protesta el día viernes 30 de enero próximo en la que no se aceptará ninguna tarjeta”.
Rubén Manusovich, titular de la federación, aseguró que “el “lock-out” contra las tarjetas tiene por objeto explicar a la opinión pública que los consumidores son víctimas de un negocio usurero, y los comerciantes somos utilizados para beneficio exclusivo de las compañías emisoras y los Bancos”.
En ese sentido, detalló cómo funciona el procedimiento de pago con tarjetas, donde, según Manusovich, la comisión del 3 por ciento que se le descuenta al comerciante por cada operación con tarjeta de crédito “representa una ganancia financiera del 6 por ciento mensual, o sea 72 por ciento anual”. Por su parte, con la tarjeta de débito “se trata del 1,5 por ciento diario de ganancia financiera, o sea 45 por ciento mensual o sea 540 por ciento anual, es una ganancia espuria”.
Y finalizó: “El posnet que se exige cuesta 200 pesos mensuales y debería ser sin cargo al comercio, y las retenciones impositivas junto con las comisiones aludidas hace que al comerciante le resten aproximadamente un 10% por cada operación”, completó el dirigente, agregando que “cuando el usuario de la tarjeta financia su compra con el banco, paga tasas de entre el 60% ó 70% anual”.