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Un francés de unos 60 años fue detenido por la guardia fronteriza de Polonia en su viaje de Moscú a Niza, cuando intentaba hacer entrar a su pareja a la ciudad del sureste del país. El hombre desconocía que ella tenía derecho a entrar con él al denominado espacio Schengen.
Como cualquier otra prenda, un francés metió a su mujer en la valija para ayudarle a adentrarse en la Unión Europea. Lo que no sabía era que ella podía haber entrado a su país sin ningún
problema.
El hombre, de unos 60 años, transportó a su mujer rusa en el equipaje para hacerla entrar a su ciudad (en el sureste del país). hasta que fue descubierto y detenido por la guardia fronteriza de Polonia en un control de rutina en el tren.
"A nuestros agentes del puesto ferroviario de Terespol (frontera con Belarús) les llamó la atención una maleta muy grande que pertenecía a un ciudadano francés", indicó el vocero de la guardia, Dariusz Sienicki.
"Se quedaron sorprendidos cuando salió de ésta una mujer de unos treinta años. Era la esposa rusa del propietario de la maleta", agregó. Y completó: "Se encontraba bien y no requirió cuidados médicos".
Tras ser interrogados, el matrimonio fue puesto en libertad y volvió a Belarús. Lo que el sexagenario desconocía era que si su joven mujer hubiese viajado sentada junto a él, habría pasado sin problema. “Pero por tratar de evitar el control fronterizo, el matrimonio podía haber sido condenados a una pena de tres años de cárcel”, destacó Sienicki.
El mencionado “espacio de Schengen” es parte del Acuerdo de Schengen (1995), que suprime las fronteras comunes entre los países integrantes de la UE y establece controles comunes en las fronteras exteriores de esos países. En términos migratorios, funciona como un solo país.
