Los perros habituados a los seres humanos pueden diferenciar entre las diversas expresiones de las personas y no solo de sus dueños, sino también de desconocidos. Sin embargo, por ahora, la duda es si realmente entienden el significado de las mismas, informan científicos de la Universidad de Veterinaria de Viena (Austria) en la publicación "Current Biology".
En estudios anteriores ya se había constatado que los perros prestan una especial atención al rostro de los seres humanos. También, que tienen la capacidad de diferenciar entre rostros de conocidos y de desconocidos.
Para estudiar la percepción de los perros, los investigadores les mostraron la parte superior del rosto de personas enfadadas o alegres en una pantalla táctil. Algunos animales tenían que reconocer a los que estaban alegres, otros solo los rostros enojados y se les premiaba cuando lo hacían bien. Posteriormente los animales tenían que reconocer esa mímica en otras imágenes. El objetivo de los científicos era asegurarse que ellos no solo se orientan viendo determinadas facciones, como los ojos.
"Nuestro estudio demuestra que los perros pueden distinguir entre rostros de enfado o de alegría en las personas", explicó el autor de la investigación, Ludwig Huber. Además, existen indicios que apuntan que los perros consideran un rostro sonriente como positivo y un gesto de enojo como negativo.
"Los perros que al inicio reconocieron rostros enfadados aprendieron mucho más lentamente", apuntó el científico. "Es decir que los animales, seguramente en base a experiencias anteriores, ya tenían claro que es mejor mantener las distancias de las personas enojadas", concluyó.