13/5/15

Cosas más sucias que un baño

Vivimos en un mundo lleno de bacterias y creemos tenerlas bajo control. Sin embargo, existen lugares y objetos que utilizamos cada día y nunca pensaríamos que están sucios.

Uno puede desconfiar de sitios públicos, como los cuartos de baño de los restaurantes o los asientos del transporte publico. Pero, ¿qué pasa cuando las bacterias están en el hogar , en tu escritorio o dentro de tu bolso de mano?


A continuación una lista de elementos que forman parte de nuestra rutina y están repletos de microbios.

Las barbas: ¿sorprendido? suponemos que antes de leer este estudio vivías feliz con tu barba o la barba de tu pareja. El vello facial está de moda , incluso en Nueva York comienzan a ser demandados los implantes. Hace unas semanas, el microbiólogo Anthony Hilton, de la Universidad de Aston, reveló unos resultados inesperados. Aunque, pensándolo bien, tienen bastante sentido. Según Hilton, en el hombre barbudo habitan unas 20.000 bacterias . De hecho, algunas barbas están tan sucias como un retrete. Los laboratorios analizaron las barbas de un grupo de voluntarios y encontraron un grado de suciedad inquietante. Había en algunas residuos fecales , y esto se debe a un mal lavado de manos tras acudir al inodoro.

Los hielos: en un estudio realizado en restaurantes de comida rápida americana se demostró que el 70% de los hielos contienen bacterias. Concretamente, pueden contener una llamada Escherichis coli, típica de los intestinos y heces de mamíferos. Pero no hay que asustarse. Los científicos aseguran que no presentan un riesgo para la salud.

El teléfono celular: el rey de la acumulación de bacterias. ¿Existe algo más manoseado que tu celular? Peor aún, ¿eres consciente de lo mucho que lo acercas a tu boca y a tu cara?. Este dispositivo del que somos tan dependientes contiene gérmenes más dañinos que la cisterna de un baño de hombres. Estudio británico alerta del contagio de enfermedades a través de móviles, entre las bacterias más abundantes pertenecen al filo de los firmicutes, como diversas especies del género Streptococcus, habituales residentes de la boca, o de Staphylococcus.

El escritorio de una oficina: no solemos prestarle atención, pero contiene hasta 400 veces más bacterias que el inodoro. Y no nos referimos únicamente al material de oficina que compartimos con los compañeros. Agarra una lupa y mira de cerca el teclado y el ratón . ¿Qué ves?

Los que nunca se limpian: estamos hablando de dos elementos que forman parte de nuestra vida. Vamos a un restaurante y no sabemos que pedir. Echamos un ojo al menú una y otra vez, sujetándolo con las manos, señalando platos. ¿Crees que eres el primero en tocar esa carta?. Cada día decenas de personas con las manos cuestionablemente limpias agarran el menú exactamente igual que tú. El problema es que los restaurantes raramente los limpian, por no decir nunca.

Los carros de la compra y los cajeros automáticos tampoco se limpian. Muchísimas personas los empujan o tocan cada día, por lo que acumulan miles de bacterias.