Un granjero chino entrenó a sus cerdos para nadar, con el fin de atraer a más visitantes a su casa rural en la provincia de Hunan, China.
Huang Deming lleva a los animales, desde la edad de un mes, a lo alto de una rampa de tres metros que se eleva por encima de un lago, para que luego se arrojen al agua. El régimen de entrenamiento extenuante obliga a los porcinos a tener que saltar
tres veces al día.
Al menos 60 cerdos ya fueron entrenados para bucear desde el año pasado en la granja, y dicha condición aumentó dramáticamente el valor de los chanchos.
Huang dice que sus animales crecen más sanos y más rápido que de costumbre, y que el ejercicio constante hace que la carne se vuelva magra.
China produce 46 millones de toneladas métricas de carne de cerdo al año, y consume la mitad de la producción mundial de carne de cerdo, según la OCDE.