La Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a preocuparse seriamente por éste tema, y por medio de una organización de oncología, especialista en el tema, convocó a un grupo de científicos de diferentes países, para que comiencen a investigar y debatir si los celulares producen cáncer a los seres humanos.
Reunidos en Francia, allí está la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la cual dará un veredicto oficial. Esa agencia ha
elaborado una larga lista de agentes que consideran “carcinógenos”, que incluye al tabaco, el arsénico o el cromo.
Ésta agencia, cree que las ondas de radiofrecuencia que emiten los teléfonos celulares pueden producir cáncer, especialmente cáncer de cerebro, en los usuarios. También se revisará la información disponible sobre microondas y radares.
Antecedentes
En Estados Unidos
El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos estudió el caso entre los años 1994 y 1998, con datos de personas que habían sufrido cáncer de cerebro. Ese trabajo no encontró riesgo alto de que los teléfonos celulares, pero en esa época los celulares eran distintos y tenían menos intensidad en las radiofrecuencias. Sin embargo, ese organismo estadounidense sugirió que podía darse un riesgo pequeño de glioma, un tipo de cáncer que comienza en las células que rodean a las neuronas del cerebro (que se llaman glias).
En Dinamarca
En el año 2006, hubo gran estudio en Dinamarca, con un seguimiento de 420.000 personas durante 20 años y –otra vez– no se demostró la asociación entre celulares y riesgo de cáncer.
Sin embargo, dicho estudio fue criticado por la Oficina Federal de Protección de Radiación de Alemania, porque dijo que el estudio danés no era concluyente.
En Suecia
En el año 2007, un trabajo en Suecia, realizado por Lennart Handell, revisó varios estudios y sugirió que una hora por día de uso del celular durante más de diez años podía aumentar el riesgo de tumores.
Hoy en Francia
El estudio que se está llevando a cabo, tiene observadores que tratan de investigar si los científicos que participan tienen alguna vinculación con empresas, o intereses ocultos para dar un dictamen a favor o en contra.
Hasta ahora, la creencia es que “el celular no sería totalmente inofensivo, aunque tampoco debemos entrar en pánico”, y se tratará de demorar la recomendación hasta que se encuentren con sólidas evidencias.
