Napoleón, un gato persa de tres años, es amante de los helados y come con mucho entusiasmo cuando uno de sus dueños le da una cucharada del gélido manjar. El único problema que tiene el felino es que se le congela el cerebro por la rapidez con la que consume su postre.
El video fue compartido a través de YouTube por sus dueños en julio de 2014, pero esta semana resurgió cuando sus dueños lo viralizaron a través del sitio Storyful.