30/6/15

Descubren los fósiles de un murciélago gigante que andaba a cuatro patas.

Hace entre 16 y 19 millones de años, en el Mioceno temprano, vivió en Nueva Zelanda una nueva especie de murciélago tres veces más grande que los

murciélagos modernos y que caminaba a cuatro patas, según revela el estudio de unos fósiles descubiertos en el sedimento de un vasto conjunto prehistórico de agua conocido como Lago Manuherikia de Central Otago, en la Isla Sur de Nueva Zelanda. La investigación ha sido publicada en la revista PloS One.


La zona en la que se han hallado los fósiles formaba parte de una selva subtropical más cálida hace unos 16 millones de años. Esta nueva especie de murciélago gigante terrestre ha sido bautizada como Mystacina miocenalis y se relaciona con otro murciélago, Mystacina tuberculata, que aún vive en los viejos bosques de Nueva Zelanda.

“Nuestro descubrimiento muestra por primera vez que los murciélagos 'Mystacina' han estado presentes en Nueva Zelanda durante más de 16 millones de años, viviendo en hábitats con vida vegetal y fuentes de alimentos muy similares”, explica Suzanne Hand, coautora del estudio.

Los paleontólogos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) responsables del estudio, explican que esta especie de mamífero terrestre es conocida como “murciélago de madriguera” porque se alimenta en el suelo bajo la nieve y la hojarasca, manteniendo las muñecas hundidas en la tierra, los pies hacia atrás y las alas fuertemente plegadas.

Físicamente esta nueva especie tenía también dientes, por lo que en su dieta estarían incluidos los insectos, las arañas, así como el néctar, el polen y la fruta. El análisis de los restos también determinó que este murciélago pesaría tres veces más de promedio que la especie actual de Mystacina y superior al de las 900 especies de murciélagos existentes.

Hasta ahora se desconocía en qué momento surgieron estos murciélagos, ya que el fósil más antiguo que se había descubierto apenas databa de hace 17.500 años: “Esto nos ayuda a entender la capacidad de los murciélagos para establecer poblaciones en las islas y las condiciones climáticas necesarias para que esto suceda. Los murciélagos son importantes polinizadores y dispersores de semillas que mantienen los bosques sanos. Entender la conectividad entre las faunas de murciélagos de las diferentes masas de tierra es importante para evaluar las amenazas de bioseguridad y las prioridades de conservación de los ecosistemas insulares frágiles”, aclara Hand.