4/6/15

El hombre es más propenso a ser infiel si la mujer gana más que él

Cuanto más económicamente dependiente sea un hombre en su relación, más probabilidades existen de que sea infiel a su pareja. Esta es la conclusión del último estudio llevado a cabo por la Universidad de Connecticut en Storrs (EE.UU.) y que recoge la revista American Sociological Review.

El trabajo analizó los datos de la National Longitudinal Survey of Youth con una muestra de 2.750 personas casadas y con edades comprendidas entre los 18 y los 32 años. A pesar de que existe un dicho que dice “no muerdas la
mano del que te da de comer”, en este caso parece evidenciarse lo contrario.

Las conclusiones del estudio, dirigido por Christin Munsch, revelan que, para las mujeres, si son los hombres los que ganan más dinero en el matrimonio o incluso son totalmente dependientes de sus maridos, aproximadamente el 5% de ellas le será infiel a su pareja. En el caso contrario, la probabilidad de tener una aventura fuera del matrimonio es del 15% para los hombres económicamente dependientes. Tres veces más.

“El sexo extramarital permite a los hombres sometidos a una amenaza a su masculinidad - es decir, por no ser el principal sostén económico de la relación- participar en comportamientos asociados culturalmente con la masculinidad. Para los hombres, especialmente los hombres jóvenes, la definición dominante de la masculinidad es un guión en términos de virilidad sexual y de conquista, en particular con respecto a múltiples parejas sexuales. Así, la participación en la infidelidad puede ser una manera de restablecer la masculinidad amenazada”, aclara Munsch.

Sin embargo, el estudio también reveló un contrapunto sorprendente: si la mayor parte de los ingresos en el matrimonio procedían del hombre, inclinaban también la balanza hacia la infidelidad por parte de este.

“Teniendo en cuenta a los actores, los atletas o los políticos y sus infidelidades regulares en los medios de comunicación, no me sorprendió encontrar que los hombres que ganan mucho más que sus esposas son más propensos a ser infieles que los hombres en las relaciones equilibradas económicamente”, concluye Munsch.