Allí todo el mundo puede actuar y explayarse en cualquier asunto, apenas con algunas restricciones. Más que libertad de opinión, lo que hay es algo así como una riesgosa licencia de acción. La mayoría de contenidos y expresiones no son conceptualmente estructuradas. De allí que el manejo arbitrario haga que esta red social no tenga mayor confianza y credibilidad. Dado el facilísimo y la masificación (por la abundancia de consumidores de todo orden) se hace imperativo
para buena parte de la población sin distingos, hacer parte de esta red, de lo contrario casi que se es un desconocido, al menos en sectores populares.
FB y la baja calidad
Para actuar en Facebook no hay que ser experto en ningún tema serio, no hay requisitos mínimos o básicamente exigentes. De allí el alto riesgo de contenidos de baja calidad, fastidiosos o chabacanos. Rayan con la mediocridad. Es una plataforma que se presta para falsedades, apariencias y engaños. No hay un control efectivo para ello. Las interacciones dicen mucho de los usuarios, de su personalidad y autoestima. Una de las características más relevantes de FB, es la posibilidad que tienen los usuarios de compartir sus anécdotas personales, opiniones, salidas o detalles de relaciones sentimentales en la plataforma. Sin embargo, más allá de tratarse de una simple actualización de estado, estas publicaciones pueden llevar a determinar rasgos psicológicos de las personas.
FB asociado a la baja autoestima
Y el primero tiene que ver con el talante y la autoestima. Un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Brunel (Londres), reveló que las actualizaciones de estado en FB dicen mucho sobre la personalidad de los usuarios. Según la investigación reportada por varios medios, los psicólogos encuestaron a 555 usuarios, con el fin de analizar su comportamiento. En los resultados se encontraron varios tipos de personalidad: extroversión, neurosis, franqueza, agradabilidad, escrupulosidad, autoestima y narcisismo.
El estudio reveló que las personas que publican constantemente detalles de su relación sentimental pueden sufrir de baja autoestima. Además, los usuarios que comparten sus problemas emocionales y personales demuestran una actitud neurótica. Por otro lado, quienes utilizan la red social para hacer publicaciones relacionadas con ejercicio físico, dietas o logros personales tienen una personalidad narcisista, que buscan la aprobación y atención de los demás. Y aquellos que comparten estados lastimeros tienen grandes debilidades personales y bajo reconocimiento social.
FB y la personalidad
Este estudio trataba de identificar cuáles son las publicaciones que más apoyan los usuarios y cuáles son las más rechazadas. Los psicólogos afirman que la aceptación que los usuarios reciben en FB generan un beneficio similar al de ser integrados en un grupo social. Las actualizaciones de estado que generan muchos ‘likes’ y comentarios en la red social son las relacionadas con logros personales, es decir, las narcisistas. No obstante, Tara Marshall, una de las autoras del estudio, señala que los usuarios que aparentemente apoyan este tipo de publicaciones, en realidad pueden despreciar este comportamiento. Aunque se han realizado análisis psicológicos sobre comportamiento de los usuarios de FB, es uno de los pocos estudios que tienen como objetivo determinar la relación entre los estados de la red social y la personalidad.
Las desventuras humanas en FB, las más seguidas
Muchos, tal vez algo despistados, buscan lástima, apoyo, hasta oraciones (!!), aliento por sus situaciones duras que pasan y las publican de forma penosa. Esas son las actualizaciones más leídas, vistas, comentadas y seguidas por el gran morbo que generan. Muchos se lucen dando voces de apoyo o aliento, cuando en realidad no hacen más que gozar y estar al tanto de las desventuras de otros. Pero son los mismos que son incapaces de llamar y buscar al ‘amigo’ personalmente.
Que no se dan el trabajo de hacer algo que no sea virtual. Pero eso si, se explayan en ‘me gusta’ y comentarios. En la práctica no tienen ni la voluntad, ni las ganas y mucho menos de desprenderse de algo para servir o atender a otro. Esas son las frecuentes falacias de Facebook, con lo cual se debe tener cuidado, recibiendo cualquier comentario con beneficio de inventario. En lo posible es mejor, los asuntos íntimos, personales nunca publicarlos, en últimas a nadie le importa en la realidad. La mayoría darían falsas muestras de solidaridad.
