23/6/15

La Internet del futuro, más masiva, sin pantallas y con más delitos

Que la tecnología y la informática avanzan todos los días a pasos agigantados no es ninguna novedad. Pero, ¿en qué pueden desembocar esos avances?, ¿cómo será Internet dentro de algunos años?

Justamente uno de los creadores de la red, Leonard Kleinrock, el ingeniero estadounidense que fue artífice de la primera conexión de datos en Internet, sostiene que la red será “invisible” en unos cinco o diez años, con sistemas nanotecnológicos incrustados por todas partes que facilitarán la
conectividad y el acceso digital con métodos más sencillos. Aunque también, según afirma, “aumentarán los riesgos del lado oscuro de la web”.

“No habrá que esperar mucho para estar conectados por todas partes, porque la informática se mueve muy rápido con entornos cada vez más inteligentes y sensores cada vez más baratos”, sostuvo este catedrático de la Universidad de California.

Kleinrock, responsable del desarrollo de la llamada teoría de colas aplicada a la conmutación de paquetes de datos, asegura que pronto habrá sensores incrustados en paredes, uñas, coches y calles.

Estos cambios, sostienen los especialistas, irán acompañados de activadores, micrófonos, altavoces, procesamiento lógico, memoria, etc, capaces de alertar de todo lo que necesita el usuario a partir de patrones según sus hábitos o gustos, aunque por el momento, para la generalización de ese innovador escenario, faltarían por resolver desafíos como el de la baterías, que, todavía, se agotan muy rápido.

Entre las cosas que aún faltan para llegar a ese futuro casi inmediato, los expertos señalan que aún se requiere una mayor sencillez en las interconexiones del usuario, sin tanto teclado para comunicarse, ni pantallas ni necesidad de bajarse aplicaciones y más aplicaciones. Los sistemas deberían ser “más inteligentes”, manejados a partir de gestos, movimientos o el tacto.

Y si bien esta nueva relación con internet es todavía “incipiente”, los científicos creen que ya el camino es inevitable y que pronto se convertirá a las interacciones virtuales en algo como la electricidad, con la que uno convive sin darse cuenta.

LOS ASPECTOS NEGATIVOS

Así como Kleinrock destaca los cambios que se darán en Internet haciendo de la red algo supermasivo, también vislumbra aspectos negativos, algo que él mismo denomina “el lado oscuro de internet”.

“Hay un alerta que a todos nos preocupa -dice- y se trata de los rasgos de “adolescente” de una red que no obedece ni es siempre fiable, y que según vaya creciendo, acogerá infracciones más graves y mayor presencia de mafias y de criminales. Porque todavía no sabemos cómo será ese proceso de madurez de internet, si acabará convirtiéndose en un adulto responsable o en un delincuente”.

“Es que al inicio -advierte Kleinrock- cuando la red fue concebida, no teníamos para nada interiorizado el planteamiento de impedir el acceso a la misma para protegernos porque se compartía todo y no se preveía que habría malos en ella”.

Sin embargo, en la red ya conocida, con el tiempo surgieron problemas como los virus, los correos electrónicos no deseados (o “spam”), junto a la pornografía y hasta redes de cibercriminales organizadas o el ciberterrorismo.

“Todo esto me parece muy preocupante -subrayó el experto- se cometen crímenes por parte de Estados, se planifican asesinatos, se destruyen sistemas sanitarios, infraestructuras e incluso se impide el acceso virtual a poblaciones enteras”.

LA SEGURIDAD GLOBAL

El propio Kleinrock indica que se podría haber diseñado una internet más segura desde el inicio, pero que ya es tarde para implementar sistemas inherentes a la red de autenticación de usuario frente a suplantaciones de identidad y de autenticación de ficheros.

“Nunca imaginamos que podría convertirse en un entorno tan peligroso, y ahora estamos entre la espada y la pared para garantizar la seguridad global sin fraccionar la red”, señala.

No obstante, ya se está trabajando en soluciones como el cifrado homomórfico de las comunicaciones, que consiste en cifrar los datos transmitidos y los programas que los procesan para que en caso de sabotaje no sean identificados los mensajes.

Otra opción de seguridad sería el establecimiento de redes individuales dependientes de distintas entidades, aunque con el riesgo de segregar internet como red global que le ha dado su éxito.


Sensores

“Internet será como un sistema nervioso mundial, omnipresente, con todo el mundo conectado, con sensores incrustados hasta en las uñas”, sostiene Kleinrock, uno de los padres de la web