18/6/15

Ser flaco aumentaría el riesgo de sufrir demencia

La demencia y la obesidad son problemas que cobran gran importancia dentro de la salud pública mundial y están en constante revisión. Se ha afirmado erróneamente en muchas ocasiones que la obesidad implicaba un mayor riesgo de padecer demencia con el correr de los años. Sin embargo, las nuevas investigaciones parecen demostrar que el aumento de peso es de hecho un protector contra esta enfermedad del cerebro.


Por esta razón, se indagó la relación entre ambas afecciones y se realizaron investigaciones en los registros de salud de casi 2 millones de personas en el Reino Unido. Curiosamente, los resultados contradicen el pensamiento actual, sorprendiendo a los autores del estudio y a los expertos en salud.

El estudio que publicó la revista Lancet de Diabetes y Endocrinología se basó en los registros de Índice de Masa Corporal (IMC) en pacientes de 40 años o mayores entre 1992 y 2007. El mayor riesgo se evidenció en las personas de mediana edad con un IMC inferior a 20 -que podría catalogarse como "peso normal"- y otros casos con valores inferiores a este. Encontraron una probabilidad 34% mayor a padecer demencia con el paso del tiempo. Es decir que, según estos datos, cuanto más peso tiene la persona, menor es el riesgo. Las personas obesas, con un IMC superior a 40, fueron las menos propensas.

El profesor Stuart Pocock, uno de los autores, expresó: "Nuestros resultados abren una nueva vía intrigante en la búsqueda de los factores de protección para la demencia. Si podemos entender por qué las personas con un IMC alto corren un menor riesgo es posible que al final los investigadores sean capaces de utilizar estos conocimientos para desarrollar nuevos tratamientos".

Según la Alzheirmer's Association, la demencia es un término general que describe un deterioro de la capacidad mental, lo suficientemente grave como para interferir en la vida diaria. La pérdida de la memoria es un ejemplo. La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más común.

Otro de los autores de la investigaciónl, el doctor Nawab Qizilbash de Oxon Epidemiología dijo al periódico británico The Guardian que el mensaje del estudio no pretende ser que 'está bien tener sobrepeso u obesidad en la mediana edad'. De hecho señaló que "incluso si se produjera un efecto protector de la demencia, es posible que igual no puedan vivir lo suficiente para beneficiarse ya que corren riesgo por otras condiciones".

Sin embargo, los expertos se centran en los resultados más que en las causas porque estos hallazgos cuestionan y eclipsan los resultados de estudios anteriores, aunque aún, no han sido capaces de encontrar una explicación. "La pregunta es si existe un por qué. En epidemiología, siempre te quedás con la pregunta de si hay otro factor", resaltó Qizilbash.

También, otros problemas pueden estar jugando un papel importante en la alteración de estos resultados, según el estudio, como la dieta, el ejercicio, los factores genéticos y el cambio de peso. Además, hay antecedentes de investigaciones que sugieren que una deficiencia de vitamina E o vitamina D puede relacionarse con la demencia, aunque esto es puramente especulativo.

Este estudio posibilita la futura investigación de los diferentes factores genéticos, nutricionales, vitamínicos, etc.

El doctor Simon Ridley, de Alzheimer Research UK se manifestó a favor de profundizar esta investigación. "Este estudio no nos dice que el tener bajo peso causa demencia o que el sobrepeso evitará la condición", explicó. La mejor protección contra la demencia, agregó, es "tener una dieta sana y equilibrada, hacer ejercicio regularmente, no fumar y mantener controlada la presión arterial".

Finalmente, como señala la profesora Deborah Gustafson de SUNY Downstate Medical Center en Nueva York en un comentario adjunto en la revista, "no se debe dejar de lado la complejidad de la identificación y este informe no es la última palabra en este tema polémico".