Las selfies están de moda y nadie se resiste. En un boliche, en la playa, en la calle, en cornisas altas, en el tren, en el balcón... Infinitas poses para fotos que llegan al límite. A tal punto que la fiebre de las imágenes ya resulta hasta peligrosa. Por eso, autoridades rusas hicieron recomendaciones para evitar futuras tragedias.
De hecho, uno de los casos fatales más recientes fue el de una chica de 21 años que se quiso sacar
una selfie en Moscú, pero se cayó de un puente y murió. En Portugal también ocurrió una tragedia cuando una pareja cayó de 80 metros, tras perder el equilibrio al borde de un acantilado. En Estados Unidos, una joven falleció tras sacarse selfies manejando. Para los especialistas, la obsesión por retratarse revela trastornos mentales, mientras que un estudio señala que el 17% de los conductores se sacan fotos al volante y en algunas ocasiones terminan no sólo en accidentes, sino en hechos mortales.
En ese sentido, el gobierno ruso comenzó una campaña para fomentar las selfies seguras. Según señala la cadena estadounidense CNN, la prevención se inició a partir de más de diez muertes en cerca de un centenar de accidentes producidos mientras se posaba para un autorretrato digital. “Una selfie cool te puede costar la vida”, afirma el Ministerio del Interior ruso en un volante que entrega la Policía. En ese folleto, mediante señales similares a las que se usan en el tránsito, los rusos describen situaciones en las que tomarse selfies es peligroso.
