¿Cada cuánto tiempo hay que ducharse? La educación que hemos recibido nos dice que al menos una vez al día. Dos si acaso vamos al gimnasio o estamos en un día de verano. Pero… ¿Qué dice la ciencia? ¿Es realmente necesario ducharse todos los días para mantener un olor corporal digno?
Una página web de noticias ha preguntado a dos dermatólogos por esta cuestión y su respuesta puede que choque a más de uno. El doctor Joshua Zeichner, profesor de
dermatología que trabaja en el hospital Monte Sinai de Nueva York asegura que el número de baños y el olor corporal es un aspecto poco científico: “se trata de un fenómeno cultural”, explica.
La doctora Ranella Hirsch, una dermatóloga que trabaja en la ciudad de Boston, va un paso más allá y considera que “en Estados Unidos la gente se ducha mucho más de lo necesario. Lo hacemos solo por una cuestión social”.
Y parece que esta obsesión por estar limpio se da más al otro lado del Atlántico que en el Viejo Continente. Según Katherine Ashenburg, autora del libro ‘The Dirt on Clean: An Unsanitized History’, los estadounidenses empezaron a ducharse a diario durante los años 20 y 30 del pasado siglo.
Según Ashenburg, durante esa época muchas mujeres empezaron a trabajar en fábricas, y compartían un reducido espacio con multitud de personas. Esa ‘intimidad’ hizo que las normas de higiene que buscaban que los empleados no oliesen o no sufrieran de problemas como piojos, que podrían contagiarse con extrema facilidad en esos ambientes, se impusieran. Además, por aquella época se publicaron varios libros de urbanidad que relacionaron la pulcritud con el atractivo.
Nada de una ducha diaria
Los dos expertos consultados por el medio de comunicación son claros: nos duchamos por encima de lo necesario. Además, una ducha o un baño cliente lejos de ser positivo para nuestro cuerpo podrían estar generando problemas: sequedad de piel, eliminación de bacterias que viven en nuestra epidermis y que son beneficiosas para ella, o aumentando el riesgo de que las heridas que nos hagamos se infecten.
Además, los dos recomiendan que no se bañen a los niños a diario, ya que este acto estaría sensibilizando la piel y debilitándola ante ataques de bacterias. Los expertos señalan que incluso podrían aparecer problemas como eczemas.
En cambio, Hirsch y Zeichner recomiendan que nos duchemos cada dos o tres días, para poder mantener un equilibrio sano en la piel. Mientras tanto, podemos limpiar las partes más sensibles y olorosas de nuestro cuerpo (cara, manos, axilas, genitales, ano) con toallas refrescantes. Así podremos eliminar el mal olor sin perjudicar la epidermis.
Además, otro dermatólogo, el doctor Eric Schweiger, recomienda que las duchas no duren más de 7 minutos y que no sean "ni excesivamente frías ni calientes". Cuanto mayor sea la temperatura del agua, más daño estaremos haciendo a la barrera natural de bacrterias que protegen nuestra piel. Además, una ducha templada ayuda a mantener la hidratación del cuerpo.
Fuente: https://es.noticias.yahoo.com