Tristán de Acuña es la isla británica habitada más remota del mundo: se ubica en medio del Océano Atlántico Sur. Allí hay 267 habitantes, 23 de los cuales son estudiantes. Pero, revelaron, faltan profesores. Por eso, publicaron seis ofertas de empleo para docentes de primaria y secundaria en materias como matemáticas, ciencia y geografía.
Una serie de condiciones ya está seduciendo a los potenciales nuevos habitantes. Y no es para
menos: los interesados en cambiar su estilo de vida estarán tentados por el gobierno, que se hace cargo del viaje y del alojamiento. Eso sí, el traslado no es para nada sencillo. Tristán de Acuña no tiene aeropuerto y se tarda siete días para llegar en barco, para atravesar los 2.400 kilómetros que la separan de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
La isla, que tiene apenas 207 kilómetros cuadrados, surgió de una erupción volcánica en medio del Océano Atlántico. Cuenta con una exótica vida silvestre y marina, con numerosas especies de albatros, pingüinos, ballenas y delfines. Es una comunidad tranquila. Internet llegó en 1998 y la televisión, en 2000.
Pero no todo son buenas noticias. Hay varias cuestiones que el gobierno debe resolver: desde conflictos económicos hasta soluciones para problemas sociales y enfermedades, como alcoholismo, diabetes y obesidad.
