8/9/15

Hallaron otro Stonehenge en Inglaterra cinco veces más grande

Todo lo escrito hasta ahora de Stonehenge tendrá que ser "reescrito" a la luz del último descubrimiento, a unos tres escasos kilómetros del famoso templo del Neolítico en el condado de Wiltshire. Con la ayuda de una tecnología de alta precisión que detecta y mide las dimensiones de estructuras subterráneas, los arqueólogos han hallado bajo tierra los restos de un círculo aún
mayor, integrado por 90 piedras alineadas y que precedió unos 400 años al conjunto megalítico.

El círculo de piedras ocupaba el espacio de un anfiteatro natural, seguía un trazado que replicaba un orden "astronómico" y posiblemente fue utilizado para rituales más o menos similares a los de Stonehenge. Se supone que formaba parte de un complejo mucho más amplio que los arqueólogos han bautizado como "Superhenge", y que con el tiempo fue integrado en el monumento conocido como el Muro de Durrington.

Se trata en cualquier caso del hallazgo más sonado del Stonehenge Hidden Landscape Project, dirigido por el arqueólogo Vince Gaffney, que ha detectado hasta la fecha 17 restos del Neolítico en una radio de 12 metros cuadrados alrededor del popular templo. Gaffney y su equipo han presentado este lunes su descubrimiento en un acto en la Universidad de Bradford que ha tenido un enorme eco en el Reino Unido.

"Estamos escribiendo un nuevo capítulo en la historia de Stonehenge", ha declarado Gaffney. "No creemos que existan unos restos comparables del Neolítico en todo el mundo. La escala de este nuevo hallazgo es extraordinaria".
Reconstrucción virtual

Las gigantescas piedras, de hasta 4,5 metros de alto, siguen enterradas de momento, pero una reconstrucción virtual permite apreciar en toda su dimensión el nuevo círculo, en torno a una depresión natural. Los arqueólogos aseguran que al menos 30 bloques han resistido intactos el paso el tiempo bajo tierra.

"Estamos ante un nuevo elemento que nos permite conocer mucho mejor cómo fue transformado el paisaje en Stonehenge", aseguró Gaffney. "Las piedras probablemente estuvieron en pie hasta que los 'constructores' del Neolítico decidieron derribarlas y dar un nuevo uso al terreno".

Según el arqueólogo, el anfiteatro natural fue posiblemente utilizado para rituales de algún tipo, hasta que un cambio geológico en la zona obligó a derribar gran parte de la estructura y a integrar parcialmente el resto en el Muro de Durrington, que traza una circunferencia completa de kilómetro y medio.

Andy Rhind-Tutt, director del cercano Museo de Amesbury, asegura que el nuevo descubrimiento servirá para poner Stonehenge en un contexto más amplio, al que también contribuirán los recientes hallazgos arqueológicos en Blick Mead, de más de 6.000 años de antigüedad.

Los arqueólogos confían en que los nuevos descubrimientos sirvan para frenar los planes para la construcción del polémico túnel de la carretera A303, por debajo del templo, y para lograr financiación para el fascinante proyecto del "Paisaje Oculto de Stonehenge" . "Estamos ante la asombrosa evidencia de uno de los mayores asentamientos del neolítico en Europa", aseguró Nick Snashall, experto del National Trust.

"Hasta no hace mucho, suponíamos que Stonehenge era un monumento en espléndido aislamiento", explicó por su parte Vince Gaffney, que lleva años rastreando las colinas de Wiltshire con sus rádares subterráneos, a la busca de tesoros subterráneos. "El nuevo hallazgo nos permite confirmar que el templo no era sino parte de un complejo entramado con vestigios del neolítico que pudieron ser muy anteriores".

Se estima que el círculo enterrado y recién descubierto podría haberse erigido hace unos 4.500 años, con anterioridad incluso al llamado Muro de Durrington (de medio kilómetro de diámetro ) que se creía hasta ahora con el vestigio más antiguo del complejo. El Proyecto del Paisaje Oculto de Stonehege ha sacado de momento a la luz hasta 17 nuevos monumentos en el entorno, la mayoría de ellos de tamaño pequeño o medio, y relacionados con rituales de enterramiento.

Las investigaciones han detectado también dos enormes agujeros cavados y alineados con el solsticio de verano, en un lugar conocido como el Cursus: una gran superficie rectangular de tres kilómetros de largo y 100 de ancho descubierta al norte de los monolitos de Stonehenge. Se cree que los agujeros pudieron haber soportado en su día grandes tótems de piedra.

El arqueólogo Paul Garwood, de la Universidad de Birmingham (que financia el proyecto junto al Instituto austriaco Ludwig Boltzmann), no dudó en calificar el hallazgo del círculo enterrado como histórico: "Se trata de un monumento único por la escala, por el detalle y por la novedad que supone. Estamos realmente ante un hecho que nos va a hacer cambiar la manera de entender Stonehenge y el mundo que le rodea".