El alcohol es responsable de causar 2,5 millones de muertes cada año a nivel mundial, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y son varios los genes asociados al desarrollo de la adicción a esa sustancia. Un nuevo estudio científico demuestra que tener ojos claros sería un factor de riesgo para ser alcohólico. Un hallazgo realmente sorprendente que generará debate.
Un grupo de investigadores analizó una base de datos clínica y genética de más de 10.000
personas en Estados Unidos e identificó a 1.263 personas de origen europeo que eran alcohólicos y, a su vez, descubrieron que eso ocurría en personas con ojos claros (azules, verdes y grises).
Además, encontraron asociaciones con algunos de los genes que participan en el desarrollo de la adicción al alcohol como GABRB3/GABRG3 y GRM5, y genes que dan el color a los ojos como OCA2/HERC2 y TYR. Estas asociaciones son muy importantes, aunque los autores del estudio no pueden confirmar como es el mecanismo que determina este nuevo factor de riesgo, ya que hay múltiples factores que participan.
Adictos por genética
La adicción es una dependencia a una sustancia que puede ser una droga ilegal, un medicamento, alcohol o tabaco.
Las personas abusan de sustancias por diferentes motivos, pero es evidente que nuestra sociedad paga un costo significativo. El número de víctimas que causa esta conducta se puede ver en nuestras calles y hospitales por los daños directos e indirectos a la salud que provoca. El alcohol causa daños severos que pueden llevar inclusive a la muerte. Muchos intentan dejar de tomar alcohol, pero la mayoría no puede hacerlo solo. La adicción es una enfermedad multifactorial: los factores principales que participan en el desarrollo de la dependencia hacia una sustancia son ambientales, orgánicos y genéticos.
Los primeros corresponden a problemas personales o laborales. Por ejemplo, durante la adolescencia, la exposición a un grupo de amigos o compañeros que consume sustancias o alcohol puede ser un elemento clave en su desarrollo. En ese contexto, es muy difícil a veces para los adolescentes decir que no quieren consumir.
No quiero olvidar remarcar que no solamente porque una persona tenga ojos claros desarrollará alcoholismo. Como mencionamos, hay múltiples factores que participan en el desarrollo de la adicción o dependencia a una sustancia. A partir de ahora, el color de ojos podrá considerarse una observación clínica útil para el diagnóstico de una enfermedad tan compleja como es el alcoholismo. Una vez más, la genética nos ayuda a comenzar a comprender algunos comportamientos de los seres humanos, una de las incógnitas más fascinantes que tiene nuestra vida.
Por Jorge Dotto, médico, patólogo y genetista, autor del libro "Genética. Cómo puede cambiar nuestras vidas".