"Me tomo cinco minutos, me tomo un té". La frase surgió como un eslogan publicitario de una marca argentina de infusiones. Pero resultó tan acertado que terminó incorporándose a la lengua popular. Porque la pausa –el momento de calma– está asociado a nivel cultural con el té.
Hablar de té remite a la sofisticación del Five 'o Clock Tea inglés y hasta a lo más selecto de la nobleza rusa reunida en torno a un samobar. Pero
también se lo asocia, y con justas razones, con las milenarias culturas orientales, con sus tazas sin asa y sus variedades exóticas que desde siempre estuvieron ligadas a poderes curativos.
¿Es el té una bebida saludable? Los estudios científicos –tanto pruebas clínicas como análisis estadísticos– han tenido al té en la mira por años y han develado propiedades poco conocidas para la salud.
(1) Un tecito para el hígado
El hígado es un órgano fundamental en el proceso metabólico y las enfermedades hepáticas –incluyendo carcinoma y distintas variedades de hepatitis– están a la orden del día. Solo en China, más del 40% de los casos de cáncer son hepáticos. El té verde, originario del sudeste asiático, está asociado históricamente a propiedades curativas. Pero, más allá de la mística, la ciencia lo confirma. Un estudio del Hospital Universitario Zhuijang (en Guangzhou, China) afirma que no solo es antioxidante y antiviral, sino también antimutagénico, con especiales efectos a la hora de prevenir enfermedades como la cirrosis crónica, el hígado graso y la hepatitis; todas dolencias que pueden derivar en un cáncer de hígado.
(2) Para los diabéticos
Un metaanálisis del año pasado, que elaboró estadísticas sobre la base de otros quince estudios científicos (en suma, más de medio millón de casos) afirmó que hay una relación directa entre el consumo de té y la Diabetes Tipo 2. La matemática dice que por cada dos tazas diarias de té verde consumidas al día, el riesgo de desarrollar la enfermedad se reduce un 4,6%
(3) Antidepresivo natural
Tres tazas de té al día reducen un 37% el riesgo de desarrollar un cuadro depresivo, según un estudio del Tongii Medial Collegeg de Huazhong, China. El análisis de una serie de estudios clínicos determinó además que la respuesta es lineal: a mayor consumo té, menos depresión.
(4) Prevención cerebrovascular
Tanto el consumo de té negro como de té verde ayuda a prevenir el ataque cerebrovascular, según estudios recientes de la Universidad de California en Los Ángeles. El temido ACV se cobra más de cinco millones de víctimas al año. Los científicos señalan que el consumo de tres o más tazas de té al día reduce en un 21% el riesgo de infarto cerebral con respecto a los que no consumen té.
(5) Presión bajo control
La Asociación Cardiológica Norteamericana recomienda además el consumo de té para mantener controlada la presión sanguínea. Un estudio clinico del Grupo Cardiológico Cochrane, de hecho, determinó que tanto el té negro como el té verde reducen el nivel lipoprotéico en sangre, lo cual hace que la presión se mantenga más estable, con menores riesgos de picos altos.