Hoy 19 de octubre se celebra el Día Mundial de lucha contra el Cáncer de Mama, ocasión en la que se busca concientizar a toda la población sobre la importancia determinante de su detección precoz.
Al respecto el titular de IOMA, Antonio La Scaleia recordó la relevancia del programa SER, destinado a cumplir ese objetivo y resaltó "que muchos tumores detectados tempranamente pueden curarse definitivamente"
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres de todo el mundo, representa
el 16% de todos los cánceres femeninos y su incidencia está aumentando debido a la mayor esperanza de vida, el incremento de la urbanización y la adopción de modos de vida occidentales.
En nuestro país, se estima que afecta a 1 de cada 8 mujeres, es la primera causa de muerte por tumores y produce 5600 muertes por año.
Aunque se logró cierta reducción del riesgo mediante medidas de prevención, esas estrategias no pueden evitar la mayoría de los cánceres de mama que se producen. Por este motivo, la detección precoz se convierte en un elemento vital para mejorar el pronóstico de la enfermedad, porque de un diagnóstico oportuno dependen las posibilidades de curación, que pueden ser del 100% si se actúa a tiempo. En este sentido, se estima que los tumores detectados con menos de 1 centímetro, tienen hasta el 90 % de probabilidades de curación.
Con el foco puesto en la prevención, el presidente de IOMA, Antonio La Scaleia explicó que “el Instituto, a través del programa de Salud Sexual y Reproductiva, SER, brinda prestaciones que apuntan a la detección temprana” y agregó que “a este programa pueden incorporarse las afiliadas mujeres que tengan entre 15 y 75 años”.
La Scaleia recordó que “mediante el SER las afiliadas pueden acceder a consultas médicas y prácticas ginecológicas que se autorizan on line, es decir que no hay necesidad de que el paciente concurra a su Delegación. Por ejemplo, para la prevención del cáncer de mama, IOMA brinda cobertura del 100 % en la mamografía (a partir de los 35 años), práctica indicada y reconocida por los organismos internacionales de salud.”
A modo de ejemplo, La Scaleia citó la muestra tomada por IOMA en la ciudad de La Plata en 2011. Sobre un total de 31.419 mamografías realizadas, 190 fueron a biopsia, de las cuales se hicieron 188 mastectomías (98%)
Mientras que en una muestra producida en 2014, sobre 36.169 mamografías, 400 derivaron en biopsias, de las que sólo se practicaron 192 mastectomías (48%)
Factores de riesgo
Si bien se conocen varios factores de riesgo del cáncer de mama, en la mayoría de las mujeres afectadas no es posible identificar factores específicos.
Los antecedentes familiares de este tipo de cáncer multiplican el riesgo por dos o tres, aunque cabe aclarar que en nuestro país más del 75 % de las mujeres con cáncer de mama no registran antecedentes familiares.
Otro factor que también influye es la realización de tratamientos con radioterapia dirigidos a la mama o al pecho. Asimismo, los factores reproductivos -asociados a una exposición prolongada a estrógenos endógenos, como una menarquia precoz, una menopausia tardía y el primer parto producido a una edad madura- figuran entre los factores de riesgo más importantes del cáncer de mama.
Las hormonas exógenas también conllevan un mayor riesgo de cáncer, por lo que las usuarias de anticonceptivos orales y de tratamientos de sustitución hormonal tienen más riesgo que las mujeres que no usan esos productos; en tanto, se sabe que la lactancia materna tiene un efecto protector.
Es importante señalar que en la actualidad no puede mencionarse entre los factores de riesgo una edad determinada, ya que las edades se han modificado para todos los cánceres. Hace unos años, aparecía en las mujeres de 50 años en adelante, pero hoy en día se ven casos en pacientes jóvenes de 21, 22 años. No obstante, las tasas de mortalidad por cáncer de mama más elevadas de nuestro país se dan entre los 50 y los 80 años o más.
Por otra parte, existen también factores de riesgo modificables: el 21% de todas las muertes por cáncer de mama registradas en el mundo son atribuibles al consumo de alcohol, la obesidad y la falta de actividad física. De ahí que el control de estos factores, así como una prevención integrada y eficaz de las enfermedades no transmisibles podría llegar a tener un efecto de reducción de la incidencia de cáncer de mama a largo plazo.
Signos y síntomas
El cáncer de mama es una enfermedad causada por la multiplicación anormal de células de la mama. Las células normales crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Algunas veces este proceso se descontrola formando una masa de tejido que es lo que se conoce como tumor.
Los síntomas que produce pueden ser variados (desde un bulto o una inflamación hasta cambios en la piel), e incluso no presentar ningún síntoma evidente.
Algunos signos de advertencia son:
• Aparición de un bulto en las mamas o debajo del brazo (axila)
• Endurecimiento o hinchazón de una parte de las mamas
• Irritación o hundimientos en la piel de las mamas
• Enrojecimiento o descamación en el pezón o las mamas
• Hundimiento del pezón o dolor en esa zona
• Secreción del pezón, que no sea leche, incluso de sangre
• Cualquier cambio en el tamaño o la forma de las mamas
• Dolor en cualquier parte de las mamas
Cabe aclarar que algunos de estos signos también pueden aparecer debido a otras enfermedades no relacionadas con el cáncer.
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud
Instituto Nacional del Cáncer
Unidad de Prevención y Promoción de la Salud- IOMA
