Así es el público teen, ama a sus ídolos, los admira y sigue a todos lados, sin importarle esperar horas para poder cruzar un saludo o apenas sacarle una foto o autógrafo. Pasa con los actores, los músicos, los deportistas y de un tiempo a esta parte viene ocurriendo con los “Youtubers”. Seguramente en algún lado todos habrán escuchado hablar de este fenómeno. Son jóvenes que suben videos a internet como si fueran programas de televisión. Cuentan historias,
monólogos y episodios graciosos. Son seguidos por miles y los más famosos ya viven de esto como estrellas recorriendo el mundo en convenciones como la que se desarrolló en abril o la que los reunirá nuevamente en La Rural el próximo fin de semana.
Conocido como el Club Media Fest, el evento reúne a los 30 youtubers más famosos provenientes de distintos puntos del planeta. El gran referente es el español Rubius, que tiene más de 13 millones de suscriptores, pero también aparecen Lana (Estados Unidos), Dross (Venezuela) o nuestro Julián Serrano, que pudo atravesar la pantalla de la web para instalarse como actor en la última ficción de Cris Morena y ahora se encuentra lanzando su carrera en la música.
35.000 personas fueron a verlos en la primera edición de este evento a principios de 2015 y no hizo falta esperar un año para que el furor estallara nuevamente. Las entradas para esta segunda edición (el domingo y lunes próximos) van desde los $400 hasta los $1.200, los abonos vip, que ya están agotados. Pero no sólo será un paso por Argentina ya que los ídolos harán una gira latina que arrancó el fin de semana en Chile y allí se replicó la escena. Miles de chicos en las puertas del aeropuerto, en el hotel y siguiendo cada paso de sus ídolos. “La pu... hostia, mirad toda la gente que está viniendo”, escribió Rubius en su cuenta de Twitter el sábado adjuntando una foto de los cientos que lo acompañaban.
La emergente Shansho (tiene 4 mil suscriptores) explicó en una entrevista este fenómeno asegurando que “un youtuber no es sólo una persona que hace videos, sino que transmite un mensaje. Tiene todo un laburo detrás y es la forma de llegar a las masas y mostrar lo que más te gusta hacer. Creamos contenido audiovisual. Uno no nace youtuber.” También Rubius analizó el fenómeno: “Si tuviera que explicar lo que hago lo resumiría así: creo videos graciosos, los edito, los subo a Internet y la gente los ve. Eso es lo básico. Pero va más allá. Cuando sigues a un youtuber se crea una conexión con esa persona. No es como en la televisión donde ves a los actores como inalcanzables, nosotros somos más cercanos al público que nos ve. Aparte, que sean videos bien editados también hace que estemos triunfando así”.
Tal vez en esta cercanía y conexión está la clave por la cual los chicos se acercan a estas figuras y dejan de lado otras plataformas. La televisión, donde el público teen ocupa (¿ocupaba?) un lugar especial, hoy vive una constante crisis de audiencia, reflejada en sus números. El sábado, sacando el fútbol, el ciclo más visto promedió los 10 puntos de rating, mientras que a los youtubers, que son vistos por sus fans en el momento que ellos desean, los siguen millones.