7/10/15

Tirarse de bomba al agua ahora es un deporte

Tirarse de bomba es la forma más sencilla (y divertida) de sumergirse, pero además ahora es un deporte hecho y derecho, y su nombre oficial es “splashdiving”.

Mientras que los clavadistas son juzgados en base a lo suave que aterrizan en el agua, en el splashdiving lo que cuenta es justamente lo contrario, se suman puntos según cuán grande fue la salpicadura creada por el impacto.


Suena doloroso, pero según los protagonistas, no es tan doloroso como parece. “El dolor es mínimo” contó el campeón mundial de splashdiving, Rainhard Riede, de Bavaria. Y en las palabras de otro competidos, Lukas Eglseder, “te terminás acostumbrando”.

El splashdiving tiene sus propias reglas, y aunque parece increíble, los competidores pueden elegir entre 13 estilos diferentes de zambullidas. El clásico “tirarse de bomba” implica sumergir primero el trasero, con las rodillas juntas sobre el estómago. Otras técnicas incluyen “el gato”, “la silla” y “la tabla”.

Los participantes deben anunciar sus movimientos por adelantado, y tienen cuatro chances para impresionar al jurado. La primera zambullida se centra en la salpicadura, y los competidores no tienen permitido elaborar movimientos acrobáticos. Las zambullidas restantes les dan la chance de lucirse con vueltas mortales, giros y distintas poses.

Los deportistas son juzgados por arranque, ejecución y aterrizaje. Los elementos de estilo libre como parada de manos, volteretas o agarres, tienen diferentes puntajes (del 1 al 10) según los jueces.