Un estilo artístico típicamente porteño está cerca de ser Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco. Se trata del clásico fileteado, que fue “mapeado” por las calles de Buenos Aires en un esfuerzo conjunto del Gobierno de la Ciudad y los artistas que lo pintan en murales, colectivos, autos, cuadros y hasta en cuerpos humanos. Este mapa fue el requisito para estar a un paso del reconocimiento, que se decidirá en diciembre en una cumbre que se hará en Namibia, África.
Esta forma de dibujo nació a fines del siglo XIX para adornar los carros que llevaban frutas y verduras a los mercados. “No es casual que San Telmo, el Abasto y Mataderos sean zonas con mucha presencia del filete, justamente por la importancia de sus mercados”, destacó el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi.
Más tarde pasó a los camiones y a los colectivos, hasta que en 1975 lo prohibieron porque, decían, los pasajeros se confundían con tantos colores. Pero el fileteado no murió, sino que volvió en carteles de comercios, lunetas y hasta tatuajes.
En el mapa están los talleres de dos de sus máximos referentes: Martiniano Arce y Alfredo Genovese. El primero hizo hace poco un cuadro del Papa Francisco que ya recorre el mundo.
La decisión estará a cargo del Comité Intergubernamental de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, que se reunirá en Namibia del 30 de noviembre al 4 de diciembre.