El traje espacial NDX-1, diseñado por el investigador e ingeniero argentino Pablo de León para vuelos tripulados al planeta Marte, se sometió esta semana a una serie de rigurosas pruebas y controles en el estadounidense Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, en un proceso calificado como "exitoso" por la Asociación Argentina de Tecnología Espacial (Aate), según difundió esa institución.
El prototipo, diseñado por De León y su equipo con un subsidio de la Agencia Espacial de los Estados Unidos (Nasa), fue probado con
anterioridad en diferentes condiciones de ambiente en el suroeste de Estados Unidos, Australia y en la Base Antártica Marambio.
El jefe de Ciencia y Tecnología de la División de Proyectos del Centro Kennedy, Jack Fox, manifestó su satisfacción por recibir al equipo NDX-1: "Nuestro laboratorio es una instalación única en su tipo y estamos contentos de trabajar con un equipo de avanzada en esta tecnología que a la larga podrá beneficiar a la Nasa y los futuros exploradores de Marte", sostuvo.
Durante esta semana los investigadores llegaron a Florida para experimentar en el Laboratorio de Regolito Lunar Simulado, una cámara especial que permite realizar pruebas en condiciones similares a las de otros planetas.
Este laboratorio posee un suelo con la misma textura del polvo lunar y soporta perfectamente la comparación con los materiales que existen en suelo marciano, razón por la cual se utilizó el NDX-1 para manipular herramientas utilizadas en los vuelos a la Luna y se analizó su posible aplicación en Marte, informó la Aate.
Debido al uso de materiales modernos y ligeros, el traje está destinado a ser una máquina autónoma que podría proteger a los astronautas de la fría atmósfera marciana y de las tormentas de polvo existentes en el planeta.
Nave en miniatura. El investigador argentino aclaró que cuando a su diseño se le dice "traje, se reduce la importancia del sistema tan complejo" que representa, y explicó que "un traje espacial es en realidad una nave espacial en miniatura, ya que debe contener los mismos sistemas que una nave, sumando movilidad y comodidad para el astronauta".
Las pruebas en el Centro Espacial Kennedy compararán al NDX-1 con un segundo prototipo, cuyas características lo convierten en un modelo más pesado y con una movilidad diferente, pero que ofrece un tipo distinto de protección.
En este sentido, los ingenieros trabajarán en estas diferencias en los diseños, analizando la movilidad, el desplazamiento y la comodidad de los astronautas a la hora de llevar adelante las diferentes tareas.
"El diseño de un traje espacial es algo que lleva su tiempo", especificó de León, y añadió que "normalmente se necesitan dos o tres años para pasar de concepto preliminar a un prototipo de traje espacial en prueba preliminar".
Asimismo, el ingeniero argentino que diseñó el traje NDX-1 señaló que las "pruebas nunca terminan", y que "hasta que sea el momento de congelar el diseño y viajar a Marte" seguirán avanzando en su desarrollo.
La Capital