16/12/15

Ser #presidente puede disminuir la esperanza de vida

Perder no siempre ha de ser malo. Aún si se trata de la presidencia de un país. Sucede que ser mandatario puede disminuir la esperanza de vida. Según un estudio, quienes llegaron al cargo más alto del poder viven hasta 2,7 años menos que aquellos que no fueron electos. Además, tienen un 23% más de riesgo de muerte.

De acuerdo con la investigación, en la que se ha comparado la supervivencia de 279 líderes del
Ejecutivo de 17 países, con la de 261 candidatos no elegidos entre los años 1722 y 2015, los que no salieron airosos viven más años.

Estos datos se han obtenido tras medir la edad de cada candidato en las últimas elecciones generales en las que han participado y tomando como referencia lo que se esperaría en una persona de la misma edad y sexo de Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.

El trabajo, publicado en la revista ‘BMJ’ y recogido por la plataforma Sinc, informa por otro lado, que puestos menores no son tan dañinos, como en el caso de los diputados: un equipo de la Universidad de Surrey (Reino Unido) analizó la mortalidad de casi 5.000 miembros de las dos cámaras del Parlamento de Reino Unido entre los años 1945 y 2011.

De esta forma, el trabajo reveló que la tasa de mortalidad de estos políticos es un 28% inferior a la de la población general y un 37% inferior en el caso concreto de los lores. Además, la brecha de mortalidad entre los diputados y los ciudadanos se ha ampliado significativamente hasta, al menos, el año 1999.

Además, los investigadores han señalado que la expectativa de vida entre los parlamentarios conservadores es menor que en los de otros partidos políticos, lo que puede deberse a diferencias subyacentes en el origen social y, en particular, en la educación.Por último, revelaron que los mayores de 60 años tienen una mortalidad relativamente menor que los elegidos cuando son más jóvenes.

La Razón