No sólo los humanos pueden ser fumadores pasivos. Según una investigación de la Universidad de Glasgow -Escocia-, las mascotas como perros y gatos también sufren enfermedades por el humo del cigarrillo.
Clare Knottenbelt, profesor de medicina y oncología del Instituto veterinario de esta universidad escocesa, precisó que los animales expuestos al tabaco pueden sufrir daños en sus
células, aumento de peso tras la castración y una mayor posibilidad de contraer ciertos cánceres.
"Hemos demostrado que los gatos absorben una cantidad de humo significativa cuando viven en una casa. Nuestro estudio sobre los gatos demuestra que se ven más afectados, quizás por su higiene minuciosa que incrementa la cantidad de humo absorbido por su cuerpo", dijo el profesor en un pasaje de un comunicado difundido este martes.
Asimismo, los investigadores descubrieron en los testículos de los machos castrados un gen indicador de células dañadas más presente en los perros que viven en un hogar de fumadores.
"El peligro para el fumador se ve acompañado de un peligro de tabaquismo pasivo para los otros, y los propietarios de perros y gatos olvidan a menudo los riesgos a los que exponen a sus animales", subrayó el profesor.