
Frente a un grupo de invitados sentados en gradas, una especie de trineo se deslizó a lo largo de una pequeña vía instalada en el desierto,
cerca de Las Vegas, en el oeste de Estados Unidos, antes de frenar y detenerse en un lecho de arena y una nube de polvo.
En el futuro, el sistema probado por la emergente empresa estadounidense Hyperloop One deberá propulsar cápsulas que transporten pasajeros o mercancía en almohadones de aire en un tubo a baja presión, lo que les permitiría recorrer en 30 minutos los cerca de 600 kilómetros que separan Los Angeles de San Francisco.
“Es un momento significativo para nosotros como equipo”, señaló el cofundador de Hyperloop One, Shervin Pishevar, ante el público sentado frente al carril eléctrico.