Cuánto tiempo se arrepentirá Gustavo Cordera de aquella frase que lanzó en la entrevista con estudiantes de periodismo en TEA Imagen. La condena social, que al instante de saberse la noticia empezó a castigarlo en las redes sociales, fue la más leve de las consecuencias que le trajeron sus palabras sobre la violación a las mujeres, ya que hoy el músico afronta su peor momento con shows cancelados, radios que lo excluyen de sus listas y una antigua deuda que ahora tendrá que encontrar la manera de pagar. Sumando, además, la causa judicial que le inició el Gobierno por “apología del crimen”, “instigación a cometer delito”, “incitación a la violencia colectiva” y posible infracción a la ley antidiscriminatoria.
El músico aseguró que se alejará de los escenarios por un largo rato y los cinco shows que tenía programados fueron cancelados. Según analiza la revista Noticias, el músico habría perdido “unos 500 mil pesos, ya que fueron cinco los recitales cancelados y por cada uno, la banda se lleva alrededor de 100 mil pesos”. La situación del músico se agrava un poco más por la deuda que mantiene desde hace algunos años a causa de un accidente ocurrido en uno de los shows de Bersuit (cuando Cordera aún formaba parte) que dejó cuadripléjico a un chico de 13 años. La deuda es de 456 mil pesos, que el músico iba a pagar en dos partes: una en efectivo y otra con dos recitales gratuitos (que se suspendieron a causa de este conflicto). Ahora aquel acuerdo quedó sin efecto y el cantante tendrá que pagar todo en efectivo.
El INADI, el Consejo Nacional de la Mujer, la Justicia y gran parte de la sociedad miran con odio al músico que tiene a pocos de su lado y atraviesa el peor de sus momentos. En el reducido grupo de los que lo defienden está Jorge Lanata, que en la mesa de Mirtha aseguró que es “injusto que se lo condene del mismo modo que a un violador por lo que dijo”.