El 19 de mayo de 1962, el antiguo Madison Square Garden de Nueva York estaba colmado. No había un partido de básquet. Tampoco una velada boxística o un show musical. Unas 15 mil personas se reunieron allí para celebrar el cumpleaños 45 del por entonces presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy. Había personalidades de todo tipo: políticos, figuras del ambiente artístico, deportivo y empresarial. Sus nombres quedaron en segundo plano, como también el discurso que el líder demócrata dio ante los micrófonos. Pero una frase de aquel festejo pasó a la historia: "Happy birthday, Mr. President". ¿Suena familiar? Seguro.
La escena fue recreada y parodiada en innumerables películas y obras de teatro (¡Hasta en Los Simpsons!). Ocurrió esa misma noche, y tuvo como protagonista a Marilyn Monroe. La actriz del momento en aquella época hizo su aparición en el Madison con un brillante vestido de lentejuelas, eclipsando la mirada de todos. Y después, le cantó a Kennedy el feliz cumpleaños más sensual y recordado del siglo. Tanto fue así, que el propio ex mandatario terminó bromeando con retirarse de la política tras la actuación de la rubia. Inigualable.
Aquella fue una de las últimas presentaciones en público de Marilyn. El 5 de agosto de ese año, la sex symbol fue encontrada sin vida en su departamento. Aparentemente, murió de una sobredosis de somníferos. Y Kennedy, quien mantuvo un romance oculto con la actriz, fue asesinado casi un año después, cuando viajaba junto a su comitiva por Dallas.
El vestido estuvo conservado en una cámara cerrada.
Tanto el trágico final del político como el de la actriz envolvió a sus figuras de una mística que dura hasta el día de hoy. Mística que también se traspasó a sus objetos personales, y los valorizó hasta lo impensado. Un ejemplo de eso es el vestido que usó Marilyn en el citado cumpleaños. Ojo, no es una prenda más. Tiene detalles que la hacen única.
Fue confeccionada por el famoso diseñador de la época Jean Luis. Está hecha de gasa y seda, y cubierta por miles de lentejuelas. Según cuentan, el vestido era tan entallado que lo tuvieron que coser con la diosa de Hollywood adentro para que cerrara. Y otro dato: Marilyn lo usó sin ropa interior debajo.
Por eso, en 1999 el financista Martin Zweig lo adquirió por 1,2 millones de dólares. El empresario lo conservó en una vitrina con clima controlado en su penthouse en el Hotel Piere, en Manhattan. Desde entonces, nunca lo movieron de esa cámara. Zweig falleció y ahora sus herederos pusieron a la venta la que hasta el momento es la prenda más cara de Marilyn. "Está en un estado inmaculado", aseguran los vendedores.
La subasta estará a cargo de la firma Julien's Auctions, y se realizará el próximo 17 de noviembre, en Los Ángeles. La empresa calcula que obtendrán entre 2,6 y 3 millones de dólares por el vestido. Y además, pondrán a la venta otros 300 objetos de Monroe.
Eso sí, antes del remate, el vestido hará una gira internacional. Lo exhibirán en el museo de arte contemporáneo de Nueva Jersey, entre el 25 de septiembre y el 22 de octubre. Y siete días más tarde, saldrá por primera vez de Estados Unidos para formar parte de una muestra en Irlanda. Fanáticos de Marilyn (y multimillonarios, claro), hagan cuentas...
